¿Quién nunca ha soñado con tener una vida llena de privilegios, con lo que es mejor para disfrutar: auto, casa, escuela para los hijos, en fin, una vida próspera y sin preocupaciones? Sin embargo, para conquistar todo esto, es necesario pensar en grande y también actuar.
En la vida profesional existen dos tipos de personas. La que se siente bien en sus ocupaciones y cuando se le ofrece una oportunidad para emprender se queda con miedo, y la que ya tiene un negocio propio pero, cuando llega la posibilidad de innovar, de hacer la diferencia en el mercado de trabajo, también siente miedo. Ya sea el miedo de perderlo todo, de que la nueva estrategia funcione o incluso solo para cambiar.
El miedo es una limitación común, que puede suceder en la vida de cualquier profesional, y por desgracia, para muchos convertirse en un emprendedor de éxito es un sueño inalcanzable; mientras que para otros es sólo una cuestión de trabajo, de tiempo y de fe.
Si tiene miedo, no saldrá del lugar
“Nuestra vida está llena de luchas. Usted puede tener éxito, pero, seguramente, algún desafío surge para exigirle una reacción, y es bueno que así sea, porque el ser humano solo crece enfrentando desafíos. Es a través de los desafíos que descubrimos nuevas salidas y desarrollamos nuevas estrategias, talentos y habilidades. Entonces, es normal que enfrentemos guerras. Por eso, nuestro enfoque tiene que estar firme en el objetivo que definimos, no importa como las cosas están a nuestro alrededor”, afirma Jadson Edington, autor del libro “50 Tonos para el Éxito”.
No hay manera de vencer económicamente sin arriesgarse, es imposible. Así que piense: si usted tiene miedo, no saldrá del lugar. Pero, si quiere crecer, desarrollarse y emprender un nuevo camino, un nuevo negocio, entonces, tiene que dejar el miedo de lado, porque no hay una manera de hacer esto sin arriesgarse.
“La mayoría de las personas se guían por sus sentidos naturales. Si usted es igual a la mayoría, alcanzará el resultado de la mayoría, y no es esto lo que usted quiere. Por lo tanto, amplíe su visión y entienda que sus sentidos tienen su función, pero no es la de dirigir su vida”, destaca Edington.
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