Todos tienen sueños “de consumo” como viajar, comprar su casa, comprar o cambiar el auto o renovar el vestuario. Actualmente, casi todo se puede comprar en cuotas, así que antes de caer en la tentación, es recomendable planear la compra y calcular el tiempo que deberá esperar para comprar lo que desea.
Por otro lado, se sabe que el dinero no rinde si está quieto, pues la inflación corroe el poder de compra. Por lo tanto, lo ideal es invertir el dinero para que pueda rendir intereses y, cuando necesite usarlo tenga más de lo que depositó. El ahorro no rinde, es cierto, por eso existen diversas opciones para invertir y generar ganancias, como los plazos fijos, los bonos y las acciones.
Otra clave es huir del inmediatismo que la publicidad intenta imponer. Elija sus objetivos con sabiduría, no se escape demasiado del nivel de vida que lleva, porque si bien la fe puede llevarlo a soñar con un cambio radical, debe usarse con inteligencia para lograr un crecimiento sostenido y paulatino, que no comprometa su futuro.
Si desea realizar sus sueños, además de usar la fe deberá mantenerse enfocado en lo que desea, controlar su presupuesto y, si desea comprar algo, buscar y comparar precios. Muchas veces los descuentos son engañosos, así que no deberá dejarse llevar por el frenesí consumista.
Participe este y todos los lunes del Congreso para el Progreso, una reunión en la que aprenderá a usar la fe para alcanzar sus objetivos económicos y financieros. Lo esperamos a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
Ellos lograron sus metas pero van por mucho más
Rosa: “Después de perseverar muchos meses porque quería un ascenso y un aumento de sueldo, me llamaron del departamento de Recursos Humanos de la empresa en la que trabajo para avisarme que ya estaba disponible mi ascenso y mi aumento, gracias a Dios”.
Silvia: “Habían allanado mi negocio, se llevaron la mercadería y me iniciaron un proceso penal. Llegué muy mal a la reunión. Pero perseverando en el Congreso para el Progreso fui libre del proceso penal y pude restaurar completamente mi local”.
Delia: “Estaba con una deuda pendiente muy grande, para mí era imposible de pagar. Perseveré y gracias a Dios logré pagarla. También me promovieron en el trabajo y me aumentaron el sueldo”.
Daniel: “Pasaba necesidades y dependía de los demás para llegar a fin de mes. Participé del Congreso para el Progreso porque no quería trabajar más en relación de dependencia, quería mi propio negocio. Gracias a Dios lo abrí. Al tiempo fue creciendo, compré maquinaria y también pude adquirir un fondo de comercio, con lo que puede abrir otro negocio. Logré quintuplicar mis ingresos, estoy muy contento”.
Congreso para el progreso, todos los lunes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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