La ansiedad es un síntoma que predomina en los días de hoy, sobre todo tras la pandemia del coronavirus. Este trastorno es el más frecuente en los argentinos, así lo indicó una encuesta realizada por el Estudio Argentino de Epidemiología en Salud Mental a 4 mil personas. Por otro lado, el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB) reveló que más de 8 millones de habitantes toman alguna medicación para tratar la ansiedad, la depresión, el insomnio o el nerviosismo.
Esta patología es el resultado de la duda instalada en la mente del ser humano, al igual que el miedo, la preocupación y la inseguridad. Por esta razón, la seguridad y la confianza son el antídoto efectivo para combatirla.
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros.” 1 Pedro 5:6-7
A partir del momento en que la persona Le entrega todas sus preocupaciones a Dios, el Espíritu Santo le proporciona paz y, aunque pase por adversidades, sabe que la recompensa llegará en el momento correcto.
Deseche las dudas
Si usted se siente débil y aturdido por las dudas que lo asechan, participe del Ayuno de Daniel y aléjese de todo lo que le provoca duda. Para comenzar, apártese de las informaciones negativas y de los contenidos de esparcimiento que lo distraen. De esta manera, podrá estar más sensible a la voz de Dios y, a través de su fe, recibirá el bautismo con el Espíritu Santo.
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