“Yo soy cristiana y conocí mi marido en la iglesia. Nos casamos, tuvimos hijos, pero terminamos divorciándonos. Yo sigo concurriendo a la iglesia, pero siento vergüenza por la separación, porque aprendemos que el matrimonio es algo serio y debe ser para siempre. ¿Cómo hago para superar ese trauma y recomenzar mi vida?” – Amiga
Respuesta:
Amiga, lo más importante es no tener ansiedad. Primero, es necesario que haya un tratamiento interior, o sea, que usted analice los errores que cometió en la relación frustrada y los elimine.
Además, es importante mirar hacia delante, porque no basta querer una nueva relación, usted debe dejar lo viejo atrás. Dejarlo de verdad. Esto significa que no debe pensar más en lo que ocurrió, en los errores, preguntándose porqué, y mucho menos recordando a su ex. Ya que ustedes decidieron separarse, entonces, su relación con él debe estar limitada solamente a su hijo. De vuelta la página y mire hacia delante. Y así usted podrá entrar en una nueva relación, libre de los problemas del pasado.
Otro punto es buscar la persona correcta. Pero, Dios sólo dará la persona correcta para otra persona correcta, o sea, debe trabajar con el objetivo de ser la esposa que le gustaría haber sido. Prepárese para la próxima relación. Comience a planear su felicidad, su futuro casamiento, cómo será usted, trabaje para ser esa mujer.