En la búsqueda del éxito, el emprendedor siempre piensa en lo que puede hacerse para mejorar, independientemente del tamaño de la empresa y del ramo en el que se desempeña.
Por eso, planear acciones de ventas y, a través de evaluaciones sistemáticas, aumentar el número de aciertos y corregir los errores cometidos son las formas que encontraron las empresas para aumentar la competitividad en el mercado.
Los especialistas recomiendan que el emprendedor adopte un control de ventas, que sirve para desarrollar estrategias a futuro y programar las compras de la empresa. Además, es más sencillo acompañar el comportamiento mensual de las ventas, las variaciones debido a la estacionalidad, así como un seguimiento de los pagos a futuro. Sin embargo, hay algunos parámetros que pueden ser utilizados para controlar el desempeño de la empresa:
Nivel de facturación. Converse con los vendedores y representantes de ventas para tener información sobre el impacto del esfuerzo de la empresa.
Grado de rentabilidad. Para que se pueda planear, es necesario disponer de controles de venta eficaces, que realmente reflejen los resultados obtenidos.
Controles. Tenga un sistema de controles estadísticos eficiente. Mantenga un informe de desempeño de empresa en períodos determinados, así como de cada vendedor. El informe debe contar el volumen de ventas obtenidas, total y por línea de producto, identificando los productos de mayor salida y que dejan mayor rentabilidad. Compare la evolución de ventas por período.
Cuadro de metas. Haga una planilla con el número de clientes nuevos en relación a los antiguos. Calcule el promedio de ventas, dividiendo el total vendido por el número de operaciones realizadas.
Gerencie. Recuerde que su función esencial es acompañar el proceso de ventas, estimulando a los vendedores a lograr los resultados obtenidos y buscar nuevos desafíos. Realice reuniones semanales para hacer un seguimiento de los datos y estimule al equipo a buscar los objetivos establecidos.
Es muy importante la dirección del jefe para que los resultados no tengan un efecto a corto plazo solamente. No se olvide que es jefe durante el horario de trabajo, pero es saludable mantener lazos de amistad después del trabajo.
Aprendí que podía revertir la situación
Myriam Gramisci se acercó a la Universal buscando una solución para sus problemas y encontró mucho más de lo que buscaba.
“Tenía insomnio, dolores de cabeza, depresión y consumía drogas y alcohol. Tuve varios intentos de suicidio porque había perdido todo y no veía una salida”.
Al comenzar a participar de las reuniones fue libre de los vicios, del nerviosismo y de la depresión. Perseveró en las cadenas de oración de los días lunes y en sus desafíos de fe hasta que cambió su visión. Entonces luchó para tener condiciones de comprar su casa y comenzó un emprendimiento. “Puedo afirmar que soy feliz y tengo paz gracias a Dios. Con Él conquisté una vida diferente”, finaliza sonriendo.
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