Hoy vivimos una nueva Jornada hacia el Jardín del Getsemaní.
Tal vez muchas veces te preguntaste: “¿Cómo someterse a la Voluntad Divina y evitar dejarse llevar por las propias inclinaciones?”. Esto solo es posible decidiendo no hacer lo que el corazón quiere.
Porque la Palabra de Dios dice:
“Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?”. Jeremías 17:9
Entonces, ¿cómo entregar el corazón para recibir al Espíritu Santo?
Nancy nos contó su experiencia. Cuando llegó a la iglesia, venció la esterilidad y la depresión. Sin embargo, tiempo después, le detectaron cáncer de mama avanzado. A la semana de recibir esta noticia, el padre de sus hijos los dejó.
Empezó a hacer el tratamiento e incluso se operó, pero nada cambió. Entonces, llegó la Hoguera Santa y Le pidió a Dios que hiciera Su voluntad en su vida. Entregó todo, principalmente el sentimiento negativo que guardaba contra el padre de sus hijos, y ese día ya vio la diferencia.
Recibió al Espíritu Santo y fue curada de cáncer; cuando se volvió a hacer los estudios, los médicos no encontraron nada. Dios hizo todo nuevo en su vida.
Podemos ver que el poder de decisión está en nuestras manos. Debemos entregar el miedo, la soberbia y los sentimientos negativos, y permitir que Dios tome el control de nuestra vida, porque quien se aferra a Su Palabra nunca será decepcionado.
Antes de finalizar, reflexionamos sobre cómo vaciar el alma en la práctica:
1_ Orando con sinceridad, entregándole nuestras emociones y deseos a Dios.
2_ Renunciando conscientemente a los sentimientos que vienen a nuestro corazón, derivados de acciones o reacciones de los demás, y que van en contra de la Palabra de Dios.
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