Muchos hombres no saben hacer una higiene mental de calidad. Incluso con buenas intenciones, se equivocan al pensar que deben meterse de lleno en el trabajo, en los estudios, en los cuidados personales, y se olvidan de separar un tiempo para realizar una actividad saludable que les relaje la mente.
Hay muchos hobbies que sirven no solo para pasar el tiempo, sino también para descansar la mente y hacer que la persona desvíe su enfoque del “mundo exterior” por algunos instantes. Algunos de estos hobbies, incluso, pueden ser muy instructivos, porque también le suman conocimiento a nuestra vida.
Un buen hobby es el que no interfiere en las otras actividades, como el trabajo, los estudios, el tiempo con la familia o la vida con Dios. Además, un buen pasatiempo es el que se realiza con equilibrio y no se vuelve un vicio.
También es saludable optar por algún hobby de acuerdo con su realidad económica para no herir su economía. Por ejemplo, nadie debe ser insensato al punto de comprar una bella y clásica moto dejando que se acumulen las cuotas de la escuela de sus hijos. Claro que la adquisición de la moto, un día, puede llegar a ser un sueño realizado. ¿Por qué no?
Un consejo: tenga cuidado con las colecciones. Ellas entusiasman, ofrecen el placer de la “caza” del próximo ítem, incluso hacen posible una inversión, dependiendo cuál sea el objeto, pero el acto de coleccionar requiere un espacio adecuado para exponer o guardar todo de manera organizada y protegida. No se trata de solo amontonar cosas, porque eso se volverá un desorden e interferirá en el día a día de la casa, dejando de proporcionar placer al apreciarse o generando roces con la esposa. El hobby representa una forma de ocio, pero requiere responsabilidad e inteligencia, para que pueda hacerle bien a la persona y no se vuelva un problema más en su vida.
Hay actividades interesantes que pueden practicarse dentro de la casa, principalmente ahora que estamos en pandemia. Leer, ejercitar la escritura informal, pintar, diseñar, escuchar y tocar una buena música están entre las más conocidas y practicadas.
Aun en el ambiente doméstico, hay opciones como el modelismo (construir vehículos históricos, modernos o de ficción en miniatura, como también construir maquetas con personajes y escenas), la carpintería, la mecánica, el cultivo de huertas en el patio (que producirá productos saludables para el consumo familiar), las artesanías y muchas cosas más. Si es posible, adapte un espacio de la casa para realizarlas.
Afuera de la casa hay una innumerable cantidad de posibilidades para realizar actividades solo o en grupo, pero en las que también es necesario ser prudente. Diferentes deportes, como el camping, la caza y la pesca (en los lugares permitidos por las autoridades y no de manera predatoria), los viajes y el mantenimiento de una chacra o de un campo son solo algunos ejemplos.
Y, hablando de actividades en grupo, muchas investigaciones ya mostraron que el trabajo voluntario hace bien, literalmente, a la salud mental del que lo practica, además de ayudar al que necesita y contribuir compartiendo las bendiciones recibidas. Amar al prójimo es una actitud, no un sentimiento.
Al optar por un hobby que lo ayude en su higiene mental, no se olvide, principalmente, de ser un hombre de Dios las 24 horas del día, actuando de acuerdo con la voluntad de Él para su vida, alejado del pecado y de la tentación de adorar su propio ego. Esto sirve para todos los momentos, ya sea en el trabajo o en el descanso.