“Mis sueños se volvieron una pesadilla”. ¿Cuántas personas han dicho esto a causa de decepciones, malas decisiones o dificultades? Pero entonces, ¿cómo hacer realidad los sueños?
El secreto está en tener una mente (espíritu) fortalecida. Para esto, hay cuatro pasos fundamentales:
1️⃣ Renuncia consciente: identificar una idea que separa de Dios y reprenderla.
2️⃣ Reemplazo por la Palabra: pronunciar una Promesa Divina que anule los pensamientos negativos.
3️⃣ Silencio formativo: reservar tiempo a diario para leer y escuchar la Palabra.
4️⃣ Filtrado crítico: antes de adoptar una filosofía o un consejo, compararlo con las Escrituras.
Diego nos contó que su sueño de formar una familia se vio frustrado durante mucho tiempo. Él terminó viviendo y aceptando humillaciones en búsqueda de una familia feliz. “Ya no me valoraba como hombre”, relató.
Al llegar a la iglesia, todo cambió. Aprendió a hacer la Voluntad de Dios y empezó a ver los resultados. Tomó la decisión de hacer su Sacrificio Trino en la Hoguera Santa y recibió al Espíritu Santo. Hoy tiene paz y logró formar una familia bendecida y feliz.
Antes de finalizar, leímos lo que está escrito en las Escrituras:
“Entonces les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad Conmigo”. Mateo 26:38
Jesús Se entregó en el Getsemaní para que nuestra alma fuera perdonada, realizada y, principalmente, salva.
Él sometió Su alma a la Voluntad del Padre. Ese es el camino, porque Su Voluntad es segura y nos conduce a la realización de nuestros sueños.
1° Día de la Jornada al Jardín del Getsemaní
2° Día de la Jornada al Jardín del Getsemaní