- La manera de leer la Biblia no es orar a Dios, abrirla al azar y leer donde su dedo señale. No haga eso, porque este libro no es un horóscopo, ni es suerte, ni es un juego; la Biblia es la mente de Dios, y usted debe leerla con dirección, en espíritu de oración, con temor y sabiduría.
- También le sugiero que durante este segundo semestre del año lea el libro de Romanos, 1 y 2 Corintios y Gálatas, que contiene orientaciones prácticas sobre la convivencia de la fe de los primeros cristianos.
Usted debe leer la Biblia con dirección. Es decir, puede comenzar leyendo desde el primer capítulo en adelante, hasta el final. Tal vez en un solo día podrá leer todo el capítulo, pero puede ir leyendo y meditando por temas.
- De esta manera, leerá con sabiduría, capítulo por capítulo y, cuando menos lo espere, ya habrá leído toda la Sagrada Biblia.
- No lea de manera aleatoria, porque eso no lo ayudará.
- En la Iglesia leemos un capítulo específico, pero su lectura diaria debe tener inicio, medio y fin, es decir, tener una dirección.
- Si ya leyó Romanos, siga con 1 Corintios, y así hasta Apocalipsis.
- Haga esto y verá que su vida con Dios se desarrollará y madurará. Usted superará el nivel infantil de solo alimentarse con leche y papilla, para hacerlo con una comida sólida.
Obispo Júlio Freitas