Es algo que la mayoría de las mujeres busca. La autoestima es más profunda que lo que ustedes pueden imaginar.
Muchas mujeres sufren para aceptarse y eso está muy relacionado a lo que ellas son en su interior, no se valoran porque simplemente no aceptan lo que son por dentro. Entonces, ¿cómo alcanzarla?
La autoestima es la fotografía mental que usted tiene de sí misma. Para que la alcance, primero debe invertir en su interior, en lo que es por dentro. Y solo una persona puede darle la seguridad y la aceptación que necesita: el Señor Jesús. Cuando en nuestro interior está el Espíritu de Dios aprendemos con nuestras fallas, no cargamos culpa porque sabemos que fuimos perdonadas, y existe un brillo que solamente Él nos da.
Llegamos a la conclusión de que de verdad lo que realmente importa es lo que traemos en nuestro interior.
Lo primero que me viene a memoria es que fuimos hechos a la imagen y semejanza de Dios, ¿cómo es que podemos ver defectos? Cuando se mira y se encuentra fea o no le gusta lo que ve, significa que está poniéndole imperfecciones a la imagen del propio Dios. Así que debemos buscar el Reino de Dios, y las demás cosas nos serán añadidas, no es posible que si tiene algo especial en su interior, algo que brilla, que es fuerte y que es solemne, demuestre debilidad o falta de valoración.
La autoestima no es orgullo, sino que es ser lo mejor de usted en todo y principalmente para Dios, es simplemente creer en usted misma.
¿Qué tal levantarse cada día, agradecer a Dios por lo que es, y por lo que no, y admirarse frente a un espejo?