Aprendé más sobre este y otros temas en las reuniones de Prosperidad con Dios los lunes, en el Templo de los Milagros
Te preparaste, tu vida profesional creció y tu empresa dio frutos. Sin embargo, de la nada surge un problema, la oportunidad de un negocio está estancada, porque una deuda está trabando tu camino. A veces, por conformidad o falta de fe, ya diste por perdido ese asunto.
El principal punto que se debe observar acá no es la dificultad en sí, sino cómo reaccionás cuando el problema surge. ¿Creíste que no lograrías salir adelante o tomaste una actitud? Tu reacción es la que va a definir si vas a prevalecer o no ante ese problema.
Es importante que tengas en claro que no debés poner un punto final donde Dios no lo puso ni te mandó a ponerlo. No desistas de las cosas que no imaginás que Dios hará.
Aprendé con este ejemplo
En 2 Reyes, capítulo 4, describe la historia de una mujer sunamita que fue generosa con el profeta Eliseo, y Dios la bendijo. Esta mujer tenía bienes materiales y era hospitalaria; le dijo a su marido que él era un hombre de Dios y que debían construirle una habitación para que descansara y se alimentara siempre que pasara por ese camino hacia el Monte Carmelo. Por esa actitud, el profeta pensó en bendecirla, y ese matrimonio tuvo un hijo.
La mujer sembró para su bien y para su futuro. El hijo que faltaba en ese matrimonio llegó a través de la determinación de Eliseo.
No se sabe cómo ni cuándo, pero la Palabra de Dios se cumplirá en tu vida, esta es la fe en esta Palabra que nunca falló. Dios envió al profeta para «mover» lo que estaba parado. Tal vez, para determinadas cosas en tu vida te está faltando fe, fuerza y confianza. La sunamita estaba bien, pero con el hijo quedó mejor. Estuvo dejando ese tema en un cajón, pero Dios abre los cajones de nuestra vida, mueve cosas que pensamos que no movería más.
La reacción ante el problema que surge
No obstante, el hijo de la sunamita, al crecer, falleció. Sin embargo, no se desesperó, mantuvo la calma, consoló al marido y ambos se mantuvieron firmes en la fe, dejaron el cuerpo en la habitación del profeta y lo fueron a buscar al monte. Al ver la gravedad de la situación, el profeta volvió con ellos, oró al Altísimo y el niño resucitó.
Es necesario que comprendas que hay puertas que Dios te abrió, que te dio condiciones de tener determinados bienes, pero, aun así, los problemas surgirán. Hay momentos en la vida que no podemos esperar, que debemos tomar actitudes. Esto no quiere decir que tenés que ser precipitado, sino que debés dejar que el Espíritu Santo te guíe, para que tengas la valentía y la dirección acertada de lo que tenés que hacer. No vivas en función de los problemas, porque siempre los tendrás, viví en obediencia a la Palabra, porque de esta manera superarás y prevalecerás ante estos.
Aprendé más
No te pierdas la reunión Prosperidad con Dios en el Templo de los Milagros. A las 8, 10, 12, 16 y, especialmente, a las 20 h, en Av. Corrientes 4070. También podés participar en la Universal más cercana a tu domicilio.