Los vicios, independientemente del que sea, causan destrucción en todas las áreas de la vida de sus víctimas. No hay forma de que la familia, el trabajo, la salud y el bienestar emocional resulten exentos de las consecuencias de las adicciones.
En los últimos días, el reconocido protagonista de Piratas del Caribe, el actor Johnny Deep, fue noticia en los portales de espectáculos, tras la publicación de la fotografía proporcionada por su exesposa durante el juicio que mantiene con el actor. En la imagen, se lo ve desmayado después de haber consumido drogas. Según las declaraciones de su ex, Deep la habría maltratado físicamente cuando se encontraba bajo los efectos de los estupefacientes.
Los vicios no solo desencadenaron problemas en la vida sentimental de Deep, sino que, tras los episodios recientes, su carrera también se vino abajo.
Dos pasos hacia la libertad
El peor engaño de una persona adicta es no reconocer su estado de dependencia, por lo que creerá que puede recurrir a los vicios cuantas veces quiera, pensando que los tiene bajo su control. Por ese motivo, el primer paso para alcanzar la sobriedad es reconocer su condición de viciado.
El segundo paso es pedir ayuda. Aunque suene cliché, esta actitud es fundamental porque nadie logra liberarse por sí solo. Sin embargo, aunque los seres queridos sean importantes en el momento de la ayuda, la liberación definitiva se alcanzará por la fe puesta en el Señor Jesús.
Un proyecto liberador
A través del proyecto “Los Vicios tienen Cura”, la Universal asiste espiritualmente a los que padecen algún vicio y a sus familiares. Por medio de este trabajo, miles de personas fueron libres por completo de las adicciones.
Si usted tiene alguna adicción, participe del Tratamiento para la Cura de los Vicios y libérese por completo de su sufrimiento.