“En mi infancia, uno de mis primos abusó sexualmente de mí; por ese motivo, hasta hoy, no logro confiar en los hombres. En la facultad, una amiga me aconsejó que busque la ayuda de Dios para librarme de ese trauma. Ella dijo que aun puedo ser muy feliz en la vida sentimental. No le creí mucho, pero me quedó la duda. ¿Es posible que Dios se acuerde de mí y me ayude a curar esas heridas psicológicas?” Amiga.
Respuesta:
Querida amiga, claro que Dios ayuda. Además, no conozco mejor remedio para ese tipo de problema. Yo también pasé por una situación parecida en mi adolescencia y sé exactamente lo que usted siente; pero Jesús me curó. Él le dijo a Zaqueo: “porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido…” (Lucas 19:10) Cuanto más rápido ataque la raíz de ese problema, más rápido se va a recuperar. No pierda más tiempo, acepte el consejo de su amiga y vea con sus propios ojos lo que Jesús puede hacer.
(*) Pregunta respondida por Teresa Silva, esposa de pastor que actualmente hace la obra de Dios en Australia.