Nájila de Araújo Cavalcante do Nascimento, de 26 años, comerciante, no tuvo buenas referencias de vida amorosa. Desde muy joven presenció peleas en la familia, enfrentó la separación de sus padres e incluso tuvo que lidiar con la pérdida de la abuela que la crió. “Esos acontecimientos me marcaron negativamente y, por no superar los traumas, me convertí en una persona emocionalmente inestable”, revela.
En la adolescencia, con solo 13 años, se enamoró de Renato Lima do Nascimento (foto), conductor, que en ese momento tenía 16 años. “Nos conocimos en una fiesta de parientes. Estuvimos de novios solo dos meses, yo pensaba que no le gustaba. Tres años después nos reencontramos, recomenzamos el noviazgo y un año después decidimos ir a vivir juntos. Fue cuando las peleas se intensificaron”, recuerda.
Nájila creía que no tenía que prestarle mucha atención a su pareja y, por eso, no priorizaba la relación. Renato no entendía porque ella actuaba de esa manera y, como reacción, era frío con Nájila. “Cuando llegaba del trabajo me quedaba en la computadora y con el celular. No teníamos diálogo. Yo no tenía noción de cómo debía tratar a una mujer, qué cosas necesitaba ella, cosas que, para mí, como hombre, eran insignificantes, como pasear, elogiarla, hablar del amor que le tenía”, cuenta.
Transformación interior
Buscando una solución para terminar con la frialdad instalada en la pareja, Nájila se enteró de las charlas de la “Terapia del Amor” y decidió conocerlas. “Le dije a Renato que venga conmigo. Entendí que no tenía que esperar que él me hiciera feliz, pero que tenía que ser feliz para poder hacer lo mismo por él. Comencé a tener otras actitudes, a no reclamar sin necesidad, a cuidarlo más, a darle atención y valorar nuestros momentos juntos.”
Él también cambió mucho desde ese momento. “Con las charlas y la lectura del libro Matrimonio Blindado me di cuenta que también necesitaba ser completo para completarla y que debería tener el espíritu del amor, poniendo a Dios en primer lugar en mi vida. Ese fue otro punto que nos llamó la atención ya que no habíamos presentado nuestro matrimonio a Él”, comenta.
A partir de eso nació en la pareja el deseo de consagrar la unión en la Celebración de los Matrimonios, que se realizó en el Templo de Salomón, en San Pablo. “Después de curar nuestro interior, decidimos recibir la bendición en el Altar. Nuestro matrimonio fue muy lindo, un día especial e inolvidable”, recuerda Nájila. Y Renato agrega: “fue la realización de un sueño. Hoy continuamos en la ‘Terapia del Amor’ y podemos decir que tenemos un matrimonio feliz”.
Para saber más sobre cómo resolver los problemas en la vida amorosa, participe en las charlas de la Terapia del Amor, todos los jueves a las 10, 16 y 20h, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070 o haga clic aquí y vea donde se lleva a cabo la terapia. En cada reunión, casados, novios y solteros aprenden sobre el amor inteligente y cómo desarrollar la relación de pareja.
[related-content]