En el Día del Trabajo reflexioná sobre lo que dice la Biblia respecto a trabajar y a la manera en la que un cristiano debe actuar en su empleo.
El Día del Trabajo, celebrado el 1 de mayo, genera reflexiones colectivas y estas deberían incluir cuestiones espirituales, ya que, desde la perspectiva bíblica, el trabajo tiene otro significado. Veamos algunos ejemplos: al contemplar cada una de Sus creaciones, que reflejaban Su carácter, excelencia y grandeza, Dios vio que todo era bueno (Génesis 1:10, 12, 18, 21, 25 y 31). Juan 5:17 muestra que el Señor Jesús declaró que tanto Él como el Padre trabajan constantemente, algo que confirma la identidad divina. Y Génesis 2:15 resalta que el trabajo fue designado por Dios como parte de Su plan para la Humanidad, con Adán siendo llamado a labrar y guardar el Jardín del Edén. De esta manera, el trabajo forma parte del núcleo celestial y se extiende, de forma honorable, a Su creación más grande.
Más que una carga
A diferencia de la visión popular que, a veces, reduce el trabajo a una carga o una obligación, la Biblia enseña que el trabajo le fue dado al ser humano como una forma de encontrar satisfacción, honor y realización, y de pulir habilidades; es decir, es mucho más que recibir un salario.
En Eclesiastés 2:24, Salomón afirma que
“Nada hay mejor para el hombre que comer y beber y decirse que su trabajo es bueno…” Eclesiastés 2:24
Conocido por su sabiduría, también dice que el trabajo “es de la mano de Dios”, al igual que el hombre y la mujer.
Pensá en José
Uno de los grandes ejemplos de trabajo que la Humanidad tiene es José (Génesis 39–46), quien, vendido como esclavo a Egipto, trabajó arduamente incluso siendo injustamente tratado. Era excelente en su labor, al punto de que fue elegido como gobernador. El fruto del esfuerzo de José y de su respeto a Dios fue la bendición de su familia, que fue salvada del hambre y la muerte.
La vida de José muestra que el hecho de no estar en el trabajo, en el cargo o con el salario de los sueños no impide que, en lo que uno haga, lo haga directamente para el Señor y no simplemente para los hombres, como orientó Pablo en la carta a los colosenses (Colosenses 3:23-25).
Además, la historia de José también indica que Dios siempre está fortaleciendo a quienes creen en Él (incluso en los momentos más difíciles) y trabajando para el bien de aquellos que esperan en Él.
Dónde aprender más
Cuando el apóstol Pablo dice que
“si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3:10)
Recordá que es la falta de voluntad (y no de oportunidades o de capacidad), lo que impide a cada uno disfrutar de lo que el trabajo puede ofrecer. Esta idea se refuerza en Proverbios 18:9, que destaca que
“el negligente en su trabajo es hermano del que destruye”. Proverbios 18:9
Todas las instrucciones necesarias respecto a la diligencia, a una conducta irreprochable, a la convivencia respetuosa y a los caminos hacia una vida abundante están listadas a lo largo de la Biblia. Cuando alguien vive alineado con la Palabra, ve en el trabajo la oportunidad de desarrollar talentos, probarse frente a las responsabilidades y honrar a Dios y a sí mismo.
PARA QUIEN SABE ENTENDER
Desde el Edén hasta los días actuales, el trabajo forma parte de la trayectoria del hombre, sus conflictos, avances y principios éticos. Los cristianos, sobre todo, deben observar ciertas conductas, ya que no adoptarlas afecta directamente su celo y fe. El buen (y el mal) testimonio se construye diariamente: las palabras no importan si las acciones descalifican todo el discurso.
En la era de los certificados
En general, los certificados legitiman algo, pero actualmente también suelen respaldar conductas dudosas. Recurrir a certificados médicos falsos para faltar al trabajo es común en nuestra sociedad, incluso entre algunas personas que se dicen cristianas.
Actitudes como esta no solo dañan el ambiente laboral, sino que debilitan el propio testimonio personal. Adornar o distorsionar los hechos es, esencialmente, mentir, algo que contradice los principios bíblicos.
En cuna espléndida
Falta de compromiso con lo que se hace, trabajos mal hechos, horas desperdiciadas con banalidades y otras actitudes similares son comunes en el entorno laboral. Pero quien descuida sus tareas y horarios mancha su trayectoria, ya sea por pérdida de confianza, ya sea porque no progresa.
Entre líneas
En el ambiente de trabajo, sé profesional. Parece una orientación obvia, pero miles de personas no la siguen. ¿Cuántas veces vemos, por ejemplo, falta de límites entre colegas, incluso entre hombres y mujeres? Ser profesional exige madurez para evitar conflictos e interpretaciones equivocadas. Establecer límites y mantener el respeto mutuo previenen problemas y resguardan el buen testimonio.