“Pero tengo contra ti que has dejado el primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.” Apocalipsis 2:4-6
Mucha gente piensa que esas obras son físicas, como venir a la iglesia, evangelizar, etc. Pero lo que Dios quiere es que volvamos a ayunar más, a orar más. Para Dios importa lo que uno es para Él, no lo que uno hace.
Entonces, no son las obras físicas, sino las espirituales.
En el Primer Amor la persona quiere estar junto a Dios, a los pies de Jesús.
Hoy las redes sociales han alejado a las personas de la Palabra de Dios, las personas buscan en las redes mensajes en vez de buscarlos en Su Palabra.
Las redes sociales deben ser usadas para ayudar, para que le sirvan al hombre y no para que el hombre se convierta en siervo de ellas. A veces la persona deja los vicios pero se envicia con las redes sociales. Navega mucho… y quien navega mucho ¡puede morir ahogado!
Estar en el Primer Amor es tener un problema y venir al Altar, es venir igual a buscar a Dios aunque no se tenga dinero para viajar hasta la iglesia.
Has dejado el primer amor: No hay nada peor delante de Dios que una adoración fría y un servicio sin amor y devoción. No se debe servir a Dios por costumbre.
La iglesia de Éfeso, sin darse cuenta, había perdido su bien más precioso, que era su intimidad con el Señor Jesús. La intimidad con Dios es la misma que la intimidad entre los esposos.
Decir que una persona perdió el Primer Amor significa que ella ya no es como era al principio de su conversión. O sea, ya no tiene el mismo fervor de antes y no sirve a Dios con el mismo placer y con la misma alegría del inicio. La iglesia de Éfeso era aparentemente trabajadora, pero trabajaba de forma mecánica. Muchas veces las personas hacen eso.
Aquellos que un día pasaron por la experiencia del Primer Amor saben muy bien lo que eso quiere decir. En el Primer Amor, todo es novedad, lindo, agradable y maravilloso. No hay defectos, censuras o críticas. Todo es perfecto como en el comienzo de un matrimonio. El Primer Amor se caracteriza por una intensa pasión por las almas y por el profundo deseo de llevarlas a la Salvación. Aquel que vive en el Primer Amor hace un esfuerzo “sobrenatural” para llevar a otras personas a experimentar el mismo gozo en el Espíritu Santo que él carga dentro de sí por haber alcanzado la Salvación. Eso es muy fuerte. Es muy peligroso que la persona piense que porque viene a la iglesia está todo bien.
El mundo es muy atractivo para desviar a las personas de los caminos de Dios, por eso siempre hay que leer la Biblia, ayunar y cuidar la vida espiritual. A veces la persona tiene un problema, abre la Biblia y Dios le dice: “Yo estoy contigo”…
“El cielo y la tierra pasarán, pero Mis Palabras no pasarán.” Mateo 24:35
La Palabra de Dios se renueva cada día, cada vez que leemos un mismo versículo Dios tiene algo nuevo para decirnos a través de Su Palabra.
Recuerda, por tanto, de dónde has caído: Ese “recuerda” no es solamente para recordar el punto de donde cayó, sino para reflexionar sobre lo que ocasionó la caída. Es importante que la persona se pregunte de dónde ha caído, es algo entre ella y Dios. Si la persona le pregunta a Él cuál fue la clave para su caída, Dios se lo dirá.
Por ejemplo, existen personas que estaban firmes en la fe, sirviendo a Dios con alegría y satisfacción, sin embargo, al comenzar a oír y a convivir con algunos que estaban contaminados espiritualmente, comenzaron a caer, pues la pureza de la fe le dio lugar a la malicia, y todo comenzó a ser visto con malos ojos. Hay un dicho que dice: “Dime con quien andas y te diré quién eres”, y otro que dice: “Es mejor estar solo que mal acompañado”.
Otros se dejaron engañar por el corazón, pues se tornaron orgullosos y vanidosos por los servicios prestados en la Obra de Dios y por las posiciones destacadas que ocupaban. Nunca se debe elogiar a un siervo de Dios, sea obispo, pastor u obrero. Los títulos no serán tenidos en cuenta delante de Dios, sino lo que cada uno ha hecho con el Espíritu que Él le dio.
Muchos se enorgullecen por curar a un enfermo y se olvidan que lo hacen solo debido a la misericordia de Dios. ¡Si Dios sacase Su Espíritu del aire todos nos volveríamos cadáveres!
Cuantas más responsabilidades le dé Dios, la persona debe agacharse más y pedir “¡Ten misericordia de mí, Señor!”
En fin, cada uno sabe muy bien de dónde cayó, y si quiere levantarse, debe tener sinceridad y reconocer y seguir las Orientaciones del Espíritu Santo. Todo nuestro trabajo en la Obra de Dios tendrá recompensa, siempre que estemos en el centro de Su voluntad. Lo que no sirve es hacer Su Obra caído espiritualmente, pues eso no tiene ningún valor delante de Él.
Todo lo que hacemos debe ser únicamente para la gloria de Dios. Todas las personas que existen en este mundo son como nada frente a Su gloria y grandeza. Nadie puede compararse a Él. No somos nada.
Si las cosas le están saliendo bien, agradézcale a Dios, agache la cabeza y diga: “No es por mí, sino por la gracia de Dios.”
“Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes.” Santiago 4:6
Arrepiéntete, y haz las primeras obras: Esas palabras sirven como alerta para aquellos que empezaron muy bien su vida con Dios pero, con el tiempo, se descuidaron. La iglesia de Éfeso presentaba obras que agradaban al Señor. Por ejemplo, no soportaba a los hombres malos, pues puso a prueba a los falsos apóstoles y los halló mentirosos; resistía a las pruebas por amor al Nombre del Señor Jesús; era perseverante, no se dejaba desanimar y odiaba a las obras de los nicolaítas. Sin embargo, aun haciendo todo eso, estaba caída por haber abandonado el Primer Amor. Solo había una manera de salir de esa condición: EL ARREPENTIMIENTO es el único camino que conduce nuevamente a Dios y la única manera de que el caído se levante y retorne al Primer Amor.