¿Quién gana?
¿Ya te has sentido entusiasmado? Seguro que sí. Eso es normal, principalmente cuando estamos a punto de recibir o probar algo nuevo, o vamos a hacer un viaje muy esperado. Si eres de aquellas personas que quiere perder algunos kilos que sobran, me imagino que ya habrás hecho alguna dieta, ejercicio, etc.
¡Bien! Para los que ya intentaron hacer alguna dieta, ejercicios, o lo que sea para perder peso, apenas como ejemplo, y no han logrado ir hasta el final, se quedaron a mitad de todo, es porque al no ver los resultados esperados en poco tiempo se desanimaron, ¿por qué? Sí empezaron llenos de ganas, ¿qué pasó? La respuesta está en el entusiasmo, que es lo que la gran mayoría tiene. No que el entusiasmo sea malo, solo que con el tiempo y la falta de resultados inmediatos puede acabar y al final terminas desistiendo de algo que al inicio estabas dispuesto a lograr.
En el amor pasa lo mismo, pues en una nueva relación es normal que uno se sienta entusiasmado, sin embargo, debes tener en cuenta que no será eso lo que te garantizará la felicidad y si el compromiso, que es totalmente diferente. El compromiso es lo que supera la prueba del tiempo, de las dificultades que una pareja pueda pasar, y es más, muchas parejas se separan porque dicen ya no sentir lo mismo, o sea, el entusiasmo, solo que lo que necesitan entender es que lo que les hace estar y permanecer juntos es el compromiso que tienen entre ellos y consigo mismos.
El compromiso es una “fuerza” que te ayuda a seguir adelante, pues incluso no necesitas que nadie te motive a ello, el simple hecho de que te sientas comprometido ya es motivo para que, mismo sin ánimo, o ganas, termines lo que empezaste. Volviendo al ejercicio, en verano, te levantas temprano y sales a correr, pero en invierno con el frío y la cama tan caliente no te dan ganas de salir a correr, pero lo que te hará levantar es el compromiso que tienes contigo mismo en perder peso. Entonces en el amor se necesita entusiasmo, pero principalmente, compromiso.