“Noé era un hombre justo, perfecto entre sus contemporáneos; Noé andaba con Dios.” Génesis 6:9
¿Qué es ser justo, perfecto y andar con Dios?
El justo hace lo que es correcto, incluso cuando puede ser perjudicado.
El perfecto se aparta de todo lo que es imperfecto. Amistades, culturas, manías, modos de ser, modas…
Estas dos características son bien divinas y, por lo tanto, ya nos acercan al Padre.
Sin embargo, andar con Dios es estar con Él siempre en nuestros pensamientos, intentando entenderlo, servirle mejor, conocer Su voluntad, imitarlo.
Así como quien anda siempre con alguien… esa amiga que termina pareciéndose a usted en todo, incluso en las reacciones. Usted sabe lo que a ella le gusta, sabe cuándo algo no le gusta, la conoce por la mirada, ¡hay complicidad!
Andar con Dios es tener complicidad con Él, al punto de ser reprendida directamente por Él.
Él habla con usted.
Él le enseña.
Él le muestra el camino.
Él la guía.
Él sabe lo que es mejor…