El día 20 de Agosto, será una fecha que quedará marcada en la vida de casi un millar de barilochenses. Muchos pudieron comprobar que el poder de Dios actúa en todos aquellos que creen.
La reunión de poder y milagros comenzó a las 20 y desde diversos puntos de la ciudad y de localidades vecinas se acercaron a la Asociación de Bomberos, donde el obispo Djalma, por primera vez en Bariloche, ministró la sanidad y la liberación de los oprimidos y enfermos.
Luego, de la limpieza espiritual, el obispo explicó que Jesús vino a traer la plenitud de vida. Tal vez la persona quiera solucionar un problema, pero en realidad lo que ella necesita es una nueva vida. Y esto es posible y para eso tiene que cumplir una condición, entregarse completamente a Jesús, de cuerpo, alma y Espíritu; y aclaró que entregarse no es convertirse en un fanático.
Hay personas que conocen muy bien la Biblia, pero no viven de acuerdo a lo que dice allí. Entregarse es vivir de acuerdo a la Palabra de Jesús.
El obispo citó el pasaje de Mateo 28:16-20: “Mas los once discípulos se fueron á Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban. Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
“Jesús estará con usted todos los días de su vida y lo que era imposible para usted, ahora será posible porque Él estará a su lado. Para que eso se haga realidad, usted necesita guardar lo que Jesús enseñó, ponerlo en práctica, para que de esa forma Él pueda estar junto a usted”, afirmó el obispo.
También remarcó que la vida de muchos podría comenzar a cambiar en ese mismo momento, si tomaran la actitud de entregar sus vidas para Jesús.
En ese instante, hombres y mujeres se acercaron al frente, porque entendieron que ese era el único camino, un pacto con Dios.
Buscar la presencia del Todopoderoso fue un momento importante en la reunión, ya que para muchos, era la primera vez que lo hacían y creyeron cuando el obispo citó lo que está escrito en Mateo 18:20: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
Los rostros tristes, se fueron felices; los cansados, renovados y muchos comprendieron que Jesucristo es el Señor.
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