Se realizó, recientemente, la Concentración de Fe y Milagros, en todos los Cenáculos de la IURD en Mozambique, África. Las reuniones se dieron cita en grandes espacios a cielo abierto, próximos a los templos.
Esta nueva versión de la Concentración tenía como objetivo ayudar a las personas que viven en la vecindad de los cenáculos. Más que una simple integración de la Iglesia Universal con la comunidad, el objetivo fue ayudar a aquellas personas, muchas enfermas física y espiritualmente.
El obispo Augusto de Oliveira (foto) realizó la Concentración en el barrio de Mafalala, en Maputo, capital mozambiqueña, donde mostró a los presentes que Dios nunca desampara a quien se acerca a Él. “Tal vez usted ya golpeó varias puertas y no obtuvo la solución a sus problemas. Una cosa importante: usted esta hoy delante de Jesús, y todos aquellos que se acercaron a Él , no fueron rechazados. Él quiere liberar, curar y salvar. Por eso venimos aquí, para mostrar que Jesús no cambió, es el mismo de ayer, de hoy y lo será eternamente.”
El obispo usó un ejemplo bíblico: la mujer hemorrágica. Explicó que lo que la curó fue la decisión de ir al encuentro de Jesús y, tocando en la punta de sus vestiduras, sintió que la enfermedad la abandonó.
“Si usted tomó su decisión, de salir de su casa para venir aquí, si usted cree, saldrá salvo de aquí, curado y liberado”, continuó el obispo Augusto.
Después, el obispo y los pastores presentes hicieron una oración fuerte en pro de todos los que estaban en el lugar. Muchos fueron curados y liberados para la honra y gloria del Señor Jesús. Y continuaron muchos testimonios.
La enfermedad parecía no tener fin
Frederico Marques llegó la Iglesia Universal al borde de la muerte. Veía su vida como una desgracia, ya que tenía varias enfermedades y grandes problemas familiares. “La depresión, angustia, tristeza y pesadillas, me dominaban. Siempre que llegaba al trabajo, los dolores empeoraban”.
Después de muchas consultas en varios hospitales, los médicos no descubrían lo que causaba los problemas en su cuerpo. “Tomé varios remedios y busqué ayuda en diferentes lugares en búsqueda de la solución, pero era en vano”, cuenta.
Un día, Frederico recibió una invitación de la IURD local. “Participé de la reunión de cura y liberación, me entregué a Dios y permanecí firme”, dijo el hombre que hoy se muestra feliz y curado, después de entregar su vida en las manos de Dios.
Además del apoyo espiritual ofrecido por medio de esas concentraciones de fe, la IURD también moviliza a sus voluntarios para brindar apoyo físico y social a los necesitados.
Recientemente, la Asociación de Beneficia Cristiana (ABC) realizó una campaña de donación de sangre en la sede regional de Laulane, con gran participación de voluntarios, fieles y obreros, que manifestaron -en la práctica- su amor al próximo.
Según el director ejecutivo de la ABC, Titos Nhachengo, este gesto tiene la finalidad de salvar la vida de muchos pacientes en los hospitales de Maputo.
Eran tantos los dadores en poco tiempo (cerca de 200), que las bolsas plásticas para la sangre no alcanzaron.