La Biblia muestra con claridad el motivo por el que las personas fueron llenas del Espíritu Santo. Dice el Texto Sagrado que los discípulos y el pueblo estaban reunidos en un mismo lugar (Hechos 2). Ese es el secreto. Todos estaban en la misma fe, en el mismo espíritu, con el mismo objetivo y la misma expectativa. Ellos no estaban preocupados con la hora en que terminaría la reunión o por otras personas. Sus cabezas tenían solo un pensamiento: recibir el Espíritu Santo.
Es importante destacar que, obviamente, ellos no esperaban hablar otras lenguas. Muchas personas se preocupan más con ese don que con recibir el Espíritu Santo. Cuando participaba de reuniones especiales había una expectativa de recibir el Espíritu Santo. Yo incluso subrayaba la Biblia donde hablaba sobre Él.
Sin embargo, hay algunas barreras que el diablo sugiere cuando estamos buscando el Espíritu de Dios. Por lo tanto, usted debe monitorear sus pensamientos con las palabras. Yo recuerdo que, cuando venían pensamientos malos a mi mente, yo alababa a Jesús. Usaba las palabras para afirmar mis pensamientos.
Por ese motivo, el domingo 14 de abril, cuando usted esté en la misma fe, con sus pensamientos enfocados en la promesa de Dios, el Espíritu Santo vendrá sobre su vida. Nosotros estaremos a las 10 entrando en vivo a través de una videoconferencia para todo el mundo, exigiendo la promesa de Dios.
Jesús dijo: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.”, (Lucas 24:49). Había una expectativa en las personas que estaban reunidas en el Cenáculo.
Mientras, sepa que el Espíritu Santo no viene de manera aleatoria. No espere recibirlo cuando esté haciendo compras, cantando canciones que no tienen nada que ver con la fe o alentando a su equipo de fútbol. El Espíritu Santo viene sobre los que tienen sed. Y cuando la persona tiene sed, ella quiere beber agua. De la misma manera, cuando la persona quiere el Espíritu Santo, debe pensar en Jesús.
Él viene sobre todos los que entregan su vida a Jesús, independientemente de la religión, pues Jesús es quien da el Espíritu Santo, no soy yo. A partir del momento en que la persona se entrega a Él, pasa a practicar la fe, así, recibe el Espíritu Santo.
Es importante que usted se prepare. Incluso más ahora, en este Ayuno de Daniel, que usted está inmune a las noticias de este mundo. Este es el momento ideal para esperar la promesa. Si usted sigue estos consejos que le estoy dando, con certeza va a recibir el Espíritu Santo. Este domingo será el “Día de Pentecostés” para mucha gente que aún no tuvo el privilegio de recibirlo.
El obispo Macedo estará en el Monte Hermón exigiendo el cumplimiento de la promesa de Jesús. Participe este domingo a las 9.30 hs. en Av. Corrientes 4070 – Almagro.