En el Tribunal Divino del Justo Juez, el Todopoderoso solo puede Juzgar nuestra causa, es decir, la injusticia que estamos pasando, si cumplimos las siguientes condiciones:
- Le presentamos a Jesucristo como nuestro Abogado.
- No Le ocultamos absolutamente nada al Señor Jesús.
- Le presentamos nuestro testigo, que es nuestro sacrificio, nuestra entrega al 100 % en el Altar.
Nos presentaremos el día y el horario indicados para confrontarnos con el acusador, que es el diablo.
“Declarad y presentad vuestro caso; sí, que deliberen juntos: ¿Quién ha anunciado esto desde la antigüedad y lo ha declarado desde entonces? ¿No Soy Yo, el Señor? No hay más Dios que Yo, un Dios Justo y Salvador; no hay ninguno fuera de Mí”. Isaías 45:21
El 13 de julio subiremos al Tribunal Divino (Altar de Dios), estaremos ante el Justo Juez (Dios), con nuestro Abogado Infalible (Jesús) y nuestro testigo fiel (sacrificio). Allí nos presentaremos con un corazón sincero, despojado, y una vida entregada por completo.
¿En qué área de tu vida necesitás que el Justo Juez dicte a tu favor?
¿Le ha ayudado este blog? Cuénteme su experiencia en los comentarios.
Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!