“No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. Confía en el Señor y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.”, (Salmos 37:1-3).
Hay personas que tienen envidia de aquellos que no confían en Dios. Esas personas supuestamente tienen todo, pero en realidad no tienen nada. Son famosos, pero toman pastillas para dormir, tienen dinero, pero están tristes. Viven de apariencias y cambiarían todo lo que tienen por un poquito de paz. Algunos pasaron por varios matrimonios y nunca fueron felices. Varios artistas de Hollywood intentaron quitarse la vida. Hay personas que se acuestan con la pistola a su lado por miedo, viven escondidos.
También están las que estafan y viven del sufrimiento de otros, la Biblia muestra el fin que tendrán. Si usted es de esas personas malignas, sepa que eso se le va a terminar. Pero si obedece a Dios, usted permanecerá para siempre. El dinero de las personas que viven en la iniquidad no puede comprar una familia, paz, ni la presencia de Dios es por eso están vacías. No quiera ser como ellos, sea como Jesucristo, sencillo, humilde. No envidie a quien vive en iniquidad, viva tranquilo. Cuando se arrepiente no importa lo que hizo, el Señor Jesús borra su pasado y le da una vida nueva. Si obedece, usted va a tener lo principal: paz, dignidad y su conciencia tranquila. El dinero no compra una vida espiritual bendecida, solo se logra siguiendo el consejo de la Palabra de Dios: “Confía en el Señor, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.”, (Salmos 37:3).
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