Por unas horas, el Club Poloderpotivo Cerruti se convirtió en el escenario de la manifestación del poder de Dios. El obispo Djalma visitó la provincia mediterránea para realizar una concentración de fe y milagros, que comenzó a las 15, y contó con casi 6000 personas en el lugar, de acuerdo con datos de la Municipalidad de Córdoba.
El obispo aclaró que la Palabra de Dios no falla: “Esta Palabra es la que hizo la grandeza del universo, y es la que hizo la grandeza en la vida de Abraham. ¿Y por qué en su vida no han sucedido ni siquiera cosas pequeñas? No es la Palabra la que ha fallado, sino que no todos los descendientes de Abraham son hijos de Abraham. ¿Y cómo una persona es hija de Abraham? Cuando manifiesta la fe que tuvo Abraham.
La fe de Abraham fue obedecer a la Palabra de Dios. Cuando usted logre comprender que es necesario tener la fe de Abraham porque la Palabra de Dios no falla, entonces su fe será una fe obediente, que es una fe comprometida con Dios. Y cuando hay un compromiso, sucede lo que Dios le dijo Abraham: ‘Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré…’, (Génesis 12:3).
Así como hay un compromiso de la persona para con Dios, habrá también un compromiso de Dios para con la persona.
Dios quiere que el mundo vea la grandeza de Él a través de usted. Y esto puede suceder hoy. ¿Cómo? Entregándose a Jesús en obediencia a Su Palabra. Una vez que usted logre entregarse a Él en obediencia a Su Palabra, Dios, a través de su fe obediente, hará en su vida cosas grandes”. Luego, invitó a los presentes a entregarse a Dios a través de una oración sincera.
Testimonios:
Mercedes: “Hace unos tres meses empecé a tener problemas de columna, no podía hacer fuerza porque se me adormecía la pierna. Me aplicaron inyecciones, pero no pasaba nada, me dijeron que tenían que operarme, pero gracias a Dios estoy bien”.
Luisa: “Hace dos años me habían operado de la columna, me habían puesto prótesis y ahora querían hacerlo nuevamente porque el dolor no me pasaba, incluso estaba tomando morfina, pero vine a la reunión creyendo que Dios me iba a sanar y así fue, no me duele más nada”.
Estela: “Estoy desahuciada por los médicos, hace seis meses que estoy tomando medicación para los dolores de huesos pero no pasa nada, no hay medicamento que me calme el dolor. Pero después de la oración no me duele más, estoy sana gracias a Dios”.
Rosa: “Tenía una hernia, no me podían operar, se me hinchaba la zona y me producía mucho dolor e incomodidad. La tenía hace 20 años y el médico me decía que si se reventaba, podía morir. Ahora desapareció, no tengo nada, no me duele más”.