En varios pasajes de la Biblia, la figura del burro como animal de carga, es muy común. Era uno de los animales más baratos en lo que concernía al transporte de personas o mercaderías, además de ser muy eficiente y resistente. Era el más utilizado por las personas más simples de las ciudades y pueblos de los tiempos bíblicos – de ahí vino la preferencia del Señor Jesús de entrar en Jerusalén montado en un burrito, como lo dice el libro de Mateo: “Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, sobre un pollino, hijo de animal de carga.” Mateo 21:5
El burro fue el primer animal utilizado como transporte, por los antiguos pueblos nómades de la Biblia. La silla más usada se montaba en tres capas: fieltro o paño, paja y tejido de crin (pelo de caballo), tanto para mayor comodidad del pasajero como para proteger al propio animal de la carga apoyada sobre la silla. La carga era colocada en cestas laterales o alforjas, también atados al vientre del animal, por seguridad.
Los burros, por su fuerza, eran usados también para arrastrar arados y mover ruedas de molinos de cereales. En el caso del arado, no era aconsejable emparejar burros a animales diferentes, como bueyes o caballos (Deuteronomio 22:10), por la evidente diferencia de altura y fuerza; por otro lado, el uso del yugo – una pesada pieza de madera usada sobre el pescuezo de dos animales para unirlos estrechamente, haciéndolos compartir una misma ruta – fue la solución para las cargas y carretas, de donde salió la conocida expresión “yugo desigual”. En el caso que emparejaran animales diferentes, perjudicaban a ambos, pues el mayor tendría que empujar al menor, que a su vez, buscaría hacer más fuerza para acompañarlo y todos saldrían perdiendo pues quedaba comprometida la calidad del trabajo.
Algunas clases de burros eran para el uso exclusivo de figuras eminentes de la sociedad judía (Jueces 5:9-10). Las mulas (hembras provenientes de la cruza entre un burro y una yegua) , por ejemplo, de apoco sustituirían a los burros como símbolo de status. Por otro lado, el caballo, era el más usado para viajes de pasajeros de larga distancia, debido a la velocidad que alcanzaba y también, infaltable en la guerra.