La Universal fue criticada desde sus comienzos en nuestro país. Para los críticos que se preguntan qué se puede perder en la Universal, la respuesta está en la historia de miles de personas. Ellos se deshicieron de años de sufrimiento, enfermedades, traumas y hoy viven una realidad que solo imaginaron en sueños.
Un largo y difícil camino Anahí Weiss pasó gran parte de su vida intentando ser feliz, pero sola no lo logró: “A los 10 años, sufrí un abuso sexual. A partir de esa edad comencé deprimirme. A los 18 años me fui a vivir sola, hacía lo que quería y buscaba relaciones ocasionales.
Conocí a mi exesposo, me enamoré y quedé embarazada a los 20 años. Comencé a pedirle ayuda a los espíritus, pero todo se complicó. Aunque teníamos tres hijos, era una relación abierta. Con el paso del tiempo empezaron las agresiones verbales y físicas. Ya no me ocupada de la casa, no me importaba nada. Dejamos de amarnos, viví 15 años así.
Un día agarré una mochila y me fui, dejé a mis hijos, después de eso los chicos no querían hablarme. Me enfermé, dejé de comer y llegué a pesar 43 kilos. Fumaba dos atados de cigarrillos por día. Soy abogada, pero no ejercía, ni conseguía trabajo. Tampoco dormía bien, tenía trastornos de ansiedad y una relación con un hombre casado, se había vuelto una obsesión.
Quería suicidarme, pero escuchaba una voz que me decía que yo no le importaba a nadie que iban a pasar varios días para que encuentren mi cadáver. Tenía el virus de HPV y tuve cáncer”.
Una respuesta, muchas dudas
“Vi un testimonio en la tele y dije ‘eso es para ignorantes’. Pasaron tres meses y seguía igual. Escuché otra historia de vida, la de una abogada como yo y me di cuenta de que era mi oportunidad.
Creía que me iban a robar plata, pero no tenía nada. En 15 días logré lo que no pude en años. Decía que estaban todos locos. Pero cuando llegué, no paraba de llorar y salí distinta. A las dos semanas dejé de fumar, pagué mi deuda y me curé. Logré conseguir un buen trabajo. Salí de la depresión, descubrí que me gustaba la docencia, estudié y me recibí de profesora”.
Ella dejó su pasado atrás y comenzó de nuevo: “Tuve que luchar años para olvidar a ese hombre casado, pero superé todo. Mi hija se vino a vivir conmigo dos años y mi relación con mis hijos se arregló al igual que con mi ex. Tengo casa y auto. Conocí mi actual esposo y me casé, soy amada, amo y proyectamos juntos”.