Para muchos terapeutas de matrimonios, el hombre está perdido frente a la independencia de la mujer. Las conquistas femeninas fueron tan fuertes que los hombres ya no se sienten cómodos defendiendo el perfil del “macho”.
Para la psicóloga Karin Silva, en algunos aspectos, el hombre perdió su seguridad. “Al no saber los parámetros, lo que dice y lo que no dice, el hombre se siente incómodo. No existe un lugar de bienestar que le sea seguro. Por cualquier motivo podrá ser acusado de machista y, si se queda quieto, puede ser rotulado como alguien débil.”
Ella considera que el mundo cambió mucho en los últimos tiempos, y que estamos en una época en la que los avances de la sociedad trajeron novedades para las relaciones entre el hombre y la mujer. “Para que el matrimonio sobreviva, es necesario adaptarse”, dijo.
La especialista considera que el hombre y la mujer, aun dentro del contexto moderno, nunca dejarán de ser un equipo. “No hay excusas para que ambos no hagan tareas como cocinar y llevar a los hijos a la escuela. Como las mujeres también trabajan afuera, lo ideal es que el hombre coopere con lo que solía ser un trabajo solo de ellas.”
Sin embargo, el hombre no debe olvidarse de su papel. En ese sentido, la Biblia siempre puede auxiliar. Hay un mensaje, en 1 Corintios 11:3, que es muy claro en relación a este tema: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo.”
Vea que el equilibrio está en la dirección dada por Dios. Siguiéndola y manteniendo la armonía, el matrimonio podrá ser feliz frente a los nuevos tiempos, siempre teniendo a Dios como Su orientador.
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