De la nada, el corazón empieza a latir más fuerte, el sudor frío corre por la espalda, el aire escasea y el cuerpo tiembla. Los ataques de pánico golpean duro a quienes los sufren.
Podemos definir al ataque de pánico como una reacción de ansiedad muy intensa, acompañada por la sensación de falta de capacidad para controlar esa reacción, en incluso la convicción de que la muerte puede llegar en cualquier momento.
Estos episodios pueden durar desde varios minutos a incluso horas y, en el transcurso de un ataque, quien lo sufre puede estallar en llanto e incluso desmayarse.
En determinados casos, este problema puede desembocar en agorafobia, un trastorno que provoca que quien lo sufre se aísle y pierda de a poco el contacto con la sociedad que le rodea. Normalmente, los ataques de pánico suelen afectar más a las mujeres que a los hombres.
Un hecho traumático o un episodio de mucho estrés pueden ser los desencadenantes del ataque, que puede darse en momentos de aparente tranquilidad.
“Llegué a estar sin salir de mi casa por seis meses”
Noemí Ballesteros sufría con ataques de pánico desde temprana edad, a medida que pasaban los años, una serie de sucesos hizo que volviera a sufrir este trastorno. Esta vez eran más fuertes los episodios, por lo que llegó al extremo de no salir de su casa.
“Desde que tengo uso de razón comencé a sufrir ataques de pánico, no podía ni subir al colectivo que comenzaba a llorar. Fui a psicólogos y psiquiatras, hasta recurrí a otros lugares, pero lejos de ayudarme, me marcaron para toda la vida. No sabía qué hacer y a los 13 años me fui de mi casa. A los 14 años tuve mi primer hijo, con tres hijos me abandonó mi marido, entonces me vine a vivir a Buenos Aires. Me robaron el dinero en Constitución y terminé en situación de calle, solo conseguí un lugar en un parador para dormir con mis hijos. Fue terrible ese momento.
Con el tiempo conseguí trabajo, estudié y salí adelante, pero seguía con problemas espirituales, llegué al punto de casi volverme loca. Hubo un detonante que hizo que volviera a sufrir ataques de pánico. Me fui encerrando por completo, estuve 6 meses sin salir de mi casa porque tenía miedo de salir. Mis hijos me alentaban para que saliera y cuando fui a una entrevista, me invitaron a la Universal”, cuenta.
Al participar de las reuniones y de la Hoguera Santa encontró lo que tanto necesitaba, el alivio para su alma. “Perseveré, me orientaron para que usara mi fe y pude dormir, fui saliendo adelante, superé los ataques de pánico y hoy soy una nueva mujer”.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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