Sabemos que los juegos forman parte del cotidiano de una buena parte de las personas. Y se pueden encontrar en diversas plataformas, ya sea en los videojuegos, smartphone, computadoras y otros. Sin embargo, si se consumen en niveles exagerados, pueden ser responsables de diversos trastornos, como la pérdida de atención y de interés.
También es común encontrar jugadores que se distanciaron de los familiares, o que inventn mentiras solo para no dejar de lado las apuestas. Y no son raras las noticias de personas que llegan a enfermarse e incluso, mueren de agotamiento, luego de largas sesiones de juego.
Fue lo que sucedió con un hombre de aproximadamente 58 años, que murió en un cibercafé en Taiwán, Asia. Según la agencia española Efe, el incidente sucedió después de que el ciudadano pasó 24 horas seguidas jugando a un famoso juego de combate. La agencia también citó que el hombre llamado Chen solía quedarse todo el día jugando, pero esta vez, permaneció más tiempo. Todos en el lugar pensaron que estaba descansando, hasta que los empleados y clientes del cibercafé notaron que estaba muerto.
Según la policía de la ciudad de Zhongzheng, la causa de la muerte aún está siendo investigada, pero se cree que sufrió un infarto.
Otros casos como este ya se registraron en el país. En agosto del año pasado, una mujer también murió luego de sufrir una sobredosis de juegos en un cibercafé en Hsinchu. En enero del mismo año, un hombre murió de agotamiento, luego de tres días seguidos jugando en un cibercafé de Kaohsiung.
Cuidado con las consecuencias
Frente a esos acontecimientos, es necesario estar atento para que la aparente diversión no se convierta en un vicio, como explica el obispo Renato Cardoso en su blog: “Los videojuegos son adictivos, todos lo saben. Antes ellos eran solo un juego de niños, pero hoy en día, la fiebre pasó a otras generaciones y las víctimas son desde niños hasta abuelos. Si usted juega, tal vez diga, es solo un juego. Solo estoy pasando el tiempo, relajado. Lo interesante es que los adictos a las drogas también dicen eso sobre su vicio. Pero en vez de descartar lo que estoy diciendo aquí, mire los efectos que este hábito han causado en su vida. Los hechos no mienten”, advirtió.
El obispo explica qué hay que hacer para librarse de la dependencia. “El primer paso es reconocer lo que tiene. El segundo paso es admitir que necesita ayuda para detenerse. La marca de un adicto es mentirse a sí mismo cuando dice “puedo parar cuando quiera”. Si usted pudiera, ya habría parado”, dice.
Además de la decisión personal, necesita también la ayuda divina, para ser libre de todo tipo de vicio. “La herramienta que más ha liberado adictos en la historia de la humanidad, es la fe”, concluye Renato Cardoso.
Y es exactamente esta herramienta la que encuentran las personas para liberarse de la dependencia, los domingos, en la Reunión de la Cura de los Vicios a las 15h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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