Estás exactamente donde Dios quiere que estés, porque es exactamente el punto de partida del milagro que realizará en tu vida. Él no necesita recursos humanos, estrategias brillantes ni garantías tangibles; solo tu fe 100 % depositada en Él.
En otras palabras, tener absoluta confianza en Su Poder, Cuidado y Fidelidad es suficiente para convertir lo imposible en un testimonio que glorifique Su Nombre en tu familia, en tu ciudad y en dondequiera que estés.
Lo primero que tenés que hacer es: reconocer tu posición
– La fe no es el “último recurso”, sino el canal por el cual Dios Obra más allá de toda lógica humana.
– En Hebreos 11:1 está Escrito así:
“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Hebreos 11:1
La segunda cosa es: dejar de quejarte y comenzar a actuar
- No te lamentes por lo que perdiste.
- No te condenes por lo que no entendés o por lo que hiciste mal.
- No te compares con lo que otros tienen.
Dios nunca necesitó estrategias brillantes o garantías tangibles, sino tu fe seguida de obediencia incondicional. Por eso:
- Levantá tu fe como una bandera.
- Declará que Dios está con vos.
- Preparate para florecer y contar lo que Él hará.
“Fiel es el que os Llama, el cual también lo Hará”. 1 Tesalonicenses 5:24
Entregá a Dios tu situación crítica en oración
– No ocultes tu necesidad ni maquilles tu debilidad, pero tampoco se la anuncies a las personas; nadie tiene que saber cuál es. Presentásela a Dios tal como es, sabiendo que para Él “la debilidad” es la oportunidad perfecta para mostrar Su Fortaleza (2 Corintios 12:9).
– Hablá con Dios como un hijo que tiene un padre amoroso, sabiendo que Él espera tu clamor y tu entrega, no tu perfección.
Algo muy importante es que tenés que declarar tu testimonio por anticipado
– Profetizá la victoria desde hoy: “Gracias, Señor, porque este problema será el testimonio que salvará muchas almas”.
– En Romanos 8:28 está Escrito así:
“… sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…”. Romanos 8:28
Viví todos los días con expectativa
– Cada día, al despertar, repetite: “Todo lo mío es de Dios y todo lo de Dios es mío. Él está obrando en mí, por mí y a través de mí, aunque aún no lo vea”.
– Sustentá tu espíritu con la Palabra de Dios que alimenta tu fe: leé, meditá, practicá y confesá las Promesas en voz alta, ¡porque en esta primavera florecerás y todos lo verán!
- Quiero recordarte que Dios no necesita que tengas fuerza, recursos o contactos; solo necesita que creas 100 %. La fe es el lenguaje de lo Sobrenatural, la llave que abre las puertas que se encuentran cerradas, el fuego que purifica, la luz que guía y el poder que realiza milagros.
Compartí tu avance
– Cada pequeño paso de fe es un ladrillo en tu testimonio. Contales a otros: “Hoy Le dije que sí a Dios cuando todo me llevaba a decir que no, y Él actuó”.
– Tu superación obra en el corazón de los demás: en el de tus familiares, en el de un compañero de trabajo que aún no confía, en el de los miembros de la propia Universal. No dejes de contar lo que Dios hizo y está haciendo en tu vida.
Lo que para el mundo es una crisis, para Dios es el escenario de Su grandeza. Si solo te queda fe, dale la bienvenida con los brazos abiertos, porque Él la usará para escribir el capítulo más victorioso de tu vida.
- Lo que hoy parece una crisis, mañana será un gran testimonio.
- Lo que hoy parece una pérdida, mañana será algo multiplicado.
- Lo que hoy parece silencio, mañana será un eco de victoria.
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”. 2 Corintios 4:16
- Nos vemos en la IURD o en las Nubes
Obispo Julio Freitas
LEÉ TAMBIÉN:
– Cuando todo lo que te queda es la fe – Parte 1
– Cuando todo lo que te queda es la fe – Parte 2