Cuando tu entrega sea total para cumplir con lo que está Escrito, a través de la materialización de tu fe con obras, sacrificio total.
Analicemos juntos, ¿cómo sucedió con el Primer Hijo de Dios, el Señor Jesús?
Entonces Jesús llegó de Galilea al Jordán, a donde estaba Juan, para ser bautizado por él. Pero Juan trató de impedírselo, diciendo: Yo necesito ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí? Y Respondiendo Jesús, le Dijo: Permítelo ahora; porque es conveniente que cumplamos así toda justicia. Entonces Juan se lo permitió. Después de ser Bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y he aquí, los cielos se abrieron, y Él vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre Él. Y he aquí, se oyó una Voz de los cielos que decía: «Este es Mi Hijo Amado en Quien Me he Complacido». Mateo 3:13-17
El Propio Señor Jesús solo fue Bautizado, Honrado y Preparado para ser Usado por el Padre Justo después de cumplir con toda justicia.
- La primera justicia es creer en la Palabra de Dios: Lamentablemente, se estima que el 75 % de las personas que conocen la Justicia (la Verdad) no creen al 100 %.
- La segunda justicia es no solo creer, sino aceptarla para uno mismo: Tristemente, se entiende que esto solo se da en el 75 % de las personas que conocen la Justicia (la Verdad), sin embargo, no aceptan para sí mismas lo que se les reveló por medio de la Palabra.
- La tercera justicia es no solo creer y aceptar, sino practicarla: Desafortunadamente, se considera que solo el 25 % de las personas que conocen la Justicia (la Verdad) creen al 100 %, es decir, la practican cueste lo que cueste, como lo explica la parábola del sembrador: “Y otros son aquellos en que se sembró la semilla en tierra buena; los cuales oyen la Palabra ―creen―.
Este 25 % son los que creen, aceptan y practican toda la justicia y, por esa razón, son los únicos que oyen del Padre Justo:
«Este es mi hijo amado en quien Me he Complacido…» (Mateo 3:17).
Observá que este «método» usado por el Altísimo fue aplicado también a Sus seguidores, discípulos, apóstoles y a todos nosotros, actualmente.
Los que hacen hincapié en cumplir con toda la Justicia que Dios le ha Revelado, son los que tienen los Cielos Abiertos sobre sus cabezas. El Espíritu Santo Desciende sobre ellos, Sellándolos como Instrumentos en las Manos del Altísimo, y afirma en su espíritu y mente que son Sus hijos amados en quienes Se ha complacido.
Preguntate sinceramente: ¿En qué no he sido justo? ¿Cuáles son las justicias que Dios me ha revelado, que aún no he cumplido?
No dejes pasar esta Hoguera Santa, sin que vivas la justicia como nunca antes, ya sea orando y participando a las 7:30 h de la “Jornada por la Justicia Divina”, meditando en la Sagrada Biblia, ayunando (abstinencia de informaciones seculares y alimentos), buscando al Espíritu Santo, yendo a la Casa de Dios con más frecuencia y sacrificando lo que nunca sacrificaste.
Participá todos los días de la Jornada por la Justicia Divina, a las 7:30 de la mañana, por:
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Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!
