Ser ‘el nuevo’ en la empresa representa retos, como relacionarse favorablemente con los colegas; conoce cuáles reglas ayudan a integrarse con éxito y detectar las dinámicas en tu oficina.
Quizá seas de las personas que comenzaron la segunda recta del año con otro trabajo o cambio de área. Un interesante desafío comienza: aprender a relacionarte con los compañeros y a ganarte su respeto.
Las relaciones entre personal de trabajo son tremendamente importantes si se considera que con ellos se convive la mayor parte del día. Llevarse bien con los compañeros motiva, si sucede lo contrario, los días en la oficina se harán muy difíciles.
4 básicos
Un elemento nuevo en una organización muchas veces es visto como una ‘amenaza’ para los demás, porque siempre existe cierto grado de competitividad. Eso significa que debes ir ‘paso a paso’ para lograr la confianza y el respeto de quienes trabajarán contigo, menciona el informe. A continuación, algunas sugerencias para comenzar el vínculo con tus compañeros:
1. Primero las obligaciones. Debido a que eres la persona de recién ingreso, eres el ‘blanco’ perfecto para que la gente se acerque a ti y te cuente sus problemas con los jefes o las carencias de la oficina. Evita prestar atención a comentarios sin importancia, mordaces y con connotación de ‘chisme’. Tienes tres meses para empezar a dar resultados, así que sé consciente de realizar tus tareas y no involucrarte en las del resto.
2. Analiza el ambiente. Un trabajo nuevo es un ‘universo’ de personalidades, hábitos, códigos y reglas desconocidas para ti (a menos que estés familiarizado con la organización). Sólo debes dar tu opinión cuando sea solicitada, o si lo que se está discutiendo es una tarea a tu cargo. Apenas llegues a esa empresa, date el tiempo para conocer el funcionamiento interno del grupo; eso permite adaptarse más rápido.
3. Aprende a alejarte. Es indiferente si llevas dos días o tres meses en el empleo; una regla de oro es evitar a las personas que amen los chismes. Evita sumarte a la tentación de hablar mal de otros o cuestionar su trabajo frente a empleados que se distinguen por empezar comentarios negativos. Nunca se sabe quién será el destinatario final de esa conversación de pasillo y nadie quiere transformarse en ‘ése’ que todos señalan.
4. Toma tu tiempo. Las relaciones profesionales no se construyen en semanas, así que no es necesario forzar la situación. Si te propones acercarte a cierto grupo, empieza por conocer sus intereses y acabarán integrándote. Memoriza los nombres y las situaciones o expresiones que agraden o moleste a esas personas y da tus comentarios si te lo piden, pero cuidado: sé prudente con la información que aportes, así tu criterio se toma con interés desde el principio. Los primeros días, más que hablar, te conviene escuchar.
Si lo que se busca es tener una buena relación con los demás, es recomendable tener una actitud positiva desde el principio, sobre todo para quienes dependen o trabajan directamente contigo.
Eso, sin embargo, no significa ventilar desde el principio tus preocupaciones personales. Hay que recordar que eres ‘el nuevo’ y serás observado, así que lo primero es entender la dinámica en la oficina para detectar en qué momento es propicio hablar y con quién emitir información personal, puntualiza Leticia Pérez.