Un abrazo aquí, sonrisas, palabras agradables. La persona se da vuelta, y en el mismo instante, se vuelve blanco de severas críticas, comentarios innecesarios, detracciones sobre la ropa, el cabello, en fin, la falsedad reina soberana.
Para la psicóloga Regiane Machado a algunas personas les gusta tener dos caras, y crean un “yo” idealizado. “Eso sucede porque creen que de esa forma serán aceptadas en determinados lugares o por ciertos grupos de personas. No asumen nada o no demuestran 100% lo que realmente son. Y muchas veces, no saben que de hecho, lo son.”
Regiane explica que esa actitud puede ser motivada por diversos factores. “La inseguridad, baja autoestima, la falta de aceptación de sí misma, tener traumas de otras relaciones, la necesidad de mostrar lo que, en realidad, no es; querer agradar a las personas por no conocer ni valorar lo que realmente es.”
Esa falsedad puede suceder inocentemente, es decir, sin que la persona tenga conciencia de que está siendo falsa. “Eso es posible, principalmente, cuando no se conoce y no sabe de lo que es capaz. Creó, conscientemente o inconscientemente a lo largo del tiempo, un falso yo, por creer que no es suficientemente buena y por eso las personas no la van a aceptar o amar, llevándola a demonstrar una personalidad creada y no real”, explica Regiane.
Parece una “bola de nieve”, pero es posible lograr tener la consciencia de que no es una persona verdadera con los demás y librarse de su otra cara. “Puede suceder por voluntad propia o por circunstancias de la vida, ya que una persona comienza a cuestionarse quién es, cómo está y qué rumbo tomará, pudiendo llegar a entrar en conflicto porque no logra reconocerse y se siente perdida. Para librarse definitivamente de su lado falso, es necesario buscar bien adentro, redescubrirse y, si fuera preciso, crear un camino que realmente condiga con gustos, deseos y personalidad. De ese modo, llegará cada vez más cerca de aquello que es, y la necesidad de no ser verdadera, quedará cada día más lejana”, explica Regiane.
Frenando la falsedad en el futuro
Para que esa falta de verdad no sea cada vez más recurrente en las generaciones venideras es necesario saber tratar a los niños, en los días de hoy. “Ser lo más verdadero y coherente posible con palabras, emociones y acciones. Y cuando note que su hijo está actuando de manera incoherente a lo que es – para agradar a los demás o por cualquier otro motivo- señálele esa actitud y converse, demostrando cuán importante es ser verdadero y que las personas van a amarlo como es él. De esa forma hay mayor posibilidad de que él sea aun más feliz”, destaca Regiane.
La psicóloga enfatiza que el crecimiento de la falsedad es el resultado de la acción de la sociedad y de los medios de comunicación, quienes dictan las reglas de cómo debe pensar, actuar y sentir una persona, para ser feliz por completo. “Unidas, les presentan a la gente cómo deben pensar, hablar, comportarse, sentir, en fin, la manera de cómo deben ser. Por las circunstancias vividas, se vuelven rehenes de la mentira; al no verse con personalidades perfectas, crean un yo falso para vivir.”
Para convivir con personas que muestran las mencionadas características mentirosas es necesario tener cautela. “En la convivencia diaria existen personas falsas. Sea cauteloso al lidiar con ellos, ya que pueden querer perjudicar a quien está en su camino, para lograr aquello que anhelan. No cuente intimidades ni conquistas. Si le fuera posible y no quisiera quedarse cerca de este tipo de perfil, apártese”, finaliza Regiane.