Después de la unción con el aceite de Israel, las vidas de personas sin esperanza fueron transformadas
Hong Kong es una Región Administrativa Especial de la República Popular de China. Fue colonia del Imperio Británico hasta 1997. Tiene gran autonomía en relación a China, con su propio sistema de leyes, moneda, aduana, derechos de negociación de tratados y leyes de emigración propias. Solo la defensa nacional y las relaciones exteriores son responsabilidades del gobierno central chino, en Pequín.
Con el fin de la I Guerra de Opio (1839-1842), la isla de Hong Kong se volvió una colonia de Gran Bretaña. Fue clasificada nuevamente como un territorio británico en 1983, hasta que su soberanía fue devuelta a China en 1997, como resultado de negociaciones entre los gobiernos británico y chino.
La ciudad tiene más de 7 millones de habitantes, 95% de origen chino y 5% de otros grupos étnicos, con una de las áreas más densamente pobladas del mundo. Es una mezcla de oriente y occidente, siendo muy común ver personas de aspecto oriental con nombres anglosajones.
Por más que China no permita que la IURD establezca templos en su territorio, la autonomía de Hong Kong permitió que la Iglesia tuviese sus actividades coordinadas por el pastor Wai Lun Pang.
El mismo pastor Pang acompaña de cerca los trabajos en la isla, y destaca la importancia del aceite de oliva consagrado en Israel por la IURD, ofrecido gratuitamente a los fieles de la iglesia. Con mucha fe, oraciones y certeza en que la sanidad sucede todos los días.
Es el caso de Theresa que buscó todos los recursos de la medicina para librarse de un quiste de mama, que la atormentó por 18 años. Consultó con varios médicos, hasta llegar a un prestigioso especialista que le dio una alternativa drástica: la mastectomía (extirpación del seno). Resignada, ella continuó los exámenes, segura de que iba al quirófano.
Nuevos y exhaustivos exámenes arrojaron un resultado imprevisto: lo que Theresa tenía era un depósito de agua en el interior del seno, no un quiste y no necesitaría la operación.
Poco tiempo después, cuando ya había retomado su vida normal, tuvo una sorpresa desagradable: el quiste no solo reapareció en los exámenes, sino que estaba creciendo.
Triste, le comentó el problema a una amiga que la invitó a la IURD donde se realizan poderosas oraciones que podrían curarla. Theresa aceptó la invitación, en el principio no creyó mucho, cansada de buscar la cura por otros medios. Solo que, después, comenzó a asistir a las reuniones con firmeza, y recibió el aceite santo. “Yo lo usé en el área de la enfermedad y perseveré en oración, incesantemente. Creí completamente en la Biblia, creí que Jesús podría curarme, como curó a otras personas”.
El resultado: “Tuve fe, el quiste desapareció. Fui curada, pero continué frecuentando la iglesia. Ya son 6 años desde la cura, y el quiste no reapareció, gracias a Dios”.
Wilma es otra habitante de Hong Kong que buscó la sanidad espiritual en Dios. Después de un chequeo le descubrieron un tumor maligno en un ovario. Luego de comenzar a usar el aceite consagrado sumado a sus oraciones. Después de 2 meses sin dejar de orar un día, los exámenes mostraron un resultado milagroso: el tumor desapareció. “Ella está completamente libre de la enfermedad”, confirma Pang, “no necesitó hacerse una cirugía”.
El pastor explica sobre el uso del aceite consagrado.”Creo que usted, que también tiene un problema y ya intentó de todo, si permite que Dios intervenga en su vida, tendrá la sanidad. Además del aceite consagrado en Israel, que distribuimos gratuitamente, usted también recibirá la debida orientación: como orar, como estar siempre en comunión con Dios. Y también estamos siempre a disposición por cualquier duda adicional.”