El gigante Goliat afrentó al pueblo de Israel durante 40 días, así como la Universal fue perseguida 40 años. Pero si somos de Dios, no se están metiendo con nosotros, sino con Su palabra.
La fe que David tenía es la que Dios quiere que tengamos. Si está enfermo o en la miseria el afrentado es Él. Esa situación solo puede cambiar, si usted reclama sus derechos y deja de pelear contra las personas.
Si lucha para hacer que Su palabra se cumpla, entonces Él le dará lo que necesita. No importa la crisis nacional, mundial, la palabra de Dios garantiza que el mal no tocará su vida. Siempre estará protegido. David tomó en sus manos cinco piedras, pero solo usó una.
“Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. El Señor te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.”, (1º Samuel 17:45-46).
Goliat tenía casi tres metros, estaba armado. En cambio, David no confió en la armadura, ni en la espada, su confianza estaba en Dios.
Usted es el David de esta época y se pregunta ¿Cómo vencer al gigante? Nuestra lucha no es contra las personas, sino contra las fuerzas espirituales del mal.
Quizás usted se encuentre solo, pero Dios está con usted y si confía en Él, vencerá. No puede aceptar el desempleo, la miseria, ver a su familia destruida.
Cuando cualquier problema se presente, sepa que la solución está en el Altar, si Dios lo guarda, tiene que vencer.
“Y sabrá toda esta congregación que el Señor no salva con espada y con lanza; porque de el Señor es la batalla, y Él os entregará en nuestras manos.”, (1º Samuel 17:47).