¿De qué sirve ser una belleza por fuera, si por dentro estamos tan podridos como una sepultura?
Ella se mira al espejo y se ve especial. Se despierta por la mañana, se peina el cabello y va a la escuela. No le importa lo que van a hablar, lo que van a pensar, y sigue adelante, en dirección a su futuro.
Supatra Sasuphan es su nombre, es tailandesa, y tiene apenas 11 años. A pesar de ser tan joven, ya fue objeto de bullying y burlas en el colegio. Aun así, tiene una belleza impar. Superó las palabras ofensivas, el rechazo, la tristeza y el complejo de inferioridad que la rondaba como un león enloquecido. Y además de superar lo que la tiraba abajo, se transformó en una de las jóvenes más populares de la escuela. Es una muchacha ejemplar y se saca siempre buenas notas. Hace teatro, canta, baila, juega. Saca fotos, y tiene el orgullo de estar en el libro de los records, el Guinness Book.
Supatra no tiene cabello largo y rubio, como el de una princesa de Disney, no es negra de cabello enrulado, ni pelirroja y llena de pequitas. No tiene ojos celestes, verdes o color miel, tampoco tiene la piel tersa como la de cualquier niña de su edad. Supatra es la muchacha más peluda del mundo. Su cuerpo y rostro están cubiertos de pelo, lo que le rindió el título en el libro de los records. Los médicos ya intentaron varios tratamientos, pero ninguno fue con éxito. Ella sufre con el síndrome de Ambras, razón por la cual tiene mucho pelo en el cuerpo. Sin embargo, es más bella de lo que cualquiera puede entender. Quizás, solamente ella tenga de verdad la dimensión de su belleza. La seguridad y autoconfianza de la muchacha la motivaron a vencer el complejo de inferioridad y la tristeza por la apariencia sorprendente.
¿Qué es lo que realmente tiene valor?
Vamos, entonces, a las innumerables preguntas: ¿qué es la belleza? ¿Es un padrón que debemos seguir o lo que fluye de adentro de nosotros? ¿Por qué muchas personas lindas se ven feas o encuentran alguna razón para detestarse? ¿Cuál sería aún el valor de la belleza? ¿Y qué es lo que debemos realmente tener en consideración?
Si reflexionamos sobre nosotros mismos, podemos responder todas esas preguntas y algunas más: ¿Estoy preocupándome demasiado con mi exterior? ¿He sido una persona especial para mi familia y amigos? ¿Confío en mí mismo? ¿Soy lo suficientemente seguro? Ya podemos empezar por ahí a hacer un resumen sobre cómo nos sentimos por dentro y por fuera.
Parece poco, pero eso puede influir en muchos aspectos de nuestra vida. Al final, ¿de qué sirve ser una belleza por fuera, si por dentro estamos tan podridos como una sepultura?