“… mas yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los Ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a Quien tú has provocado.” (1 Samuel 17:45)
SEÑOR – Se refiere al Dios Creador, al Todopoderoso; DE LOS EJÉRCITOS – Un número incontable de soldados, que a causa de su lealtad incondicional, abrazan la causa del Comandante Eterno.
Un ejército sigue normas rígidas de obediencia incondicional, disciplina, orden, respeto, jerarquía y sumisión. Todos tienen que someterse a las reglas, del mayor al menor, sin excepción. Si en el ejército de un país se exige una rigurosa disciplina, ¡imagínese en el ejército del Señor de los Ejércitos! Todos tienen que tener el mismo Espíritu, el mismo Carácter de la Justicia de la fe. Dirigidos por el Señor de los Ejércitos, avanzan contra los ejércitos de la injusticia – el infierno.
No hay cómo quedarse afuera de esta guerra; no hay cómo quedarse excluido de ella. Todos, sin excepción, están de un lado o del otro. Quien no forma parte del ejército del Señor de los Ejércitos, lo hace del ejército enemigo. O es con el Señor Dios de los Ejércitos o es contra Él.
El Señor de los Ejércitos está tocando la trompeta y convocando a los escogidos para luchar contra la injusticia. ¿Quién quiere formar parte del ejército del Señor de los Ejércitos? Es necesario abandonar las filas de la injusticia, cerrar los oídos a la voz del pecado, oír y obedecer, exclusivamente, a la voz del Señor de los Ejércitos.
¿Quién integra el ejército del Señor de los Ejércitos? Es más fácil descubrir quién no forma parte de él. No cuenta con cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, hechiceros, idólatras y mentirosos. Porque estos son comandados por el señor de la injusticia: Satanás. “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Apocalipsis 21:8)
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Fuente: Libro “El Pan nuestro para 365 días”, del obispo Edir Macedo
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