Muchas personas piensan: “Si Dios existe, ¿por qué hay tanto sufrimiento?
¿Sabe por qué? Porque las personas no Le hacen caso a Dios. Es lo mismo que si un hijo que desobedeció a su padre dijera: “¿Por qué sufro si tengo padre?”
Dios es Padre, ¿usted cree que Dios quiere lo peor para Sus hijos? Vea lo que dice Dios:
“Porque Yo sé los planes que tengo para vosotros—declara el Señor— planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y Yo os escucharé. Me buscaréis y Me encontraréis, cuando Me busquéis de todo corazón”. Jeremías 29:11-13
¿Por qué mucha gente no encuentra a Dios? Porque no Lo buscan de todo corazón.
Hay muchos lugares a los que uno va donde no le permiten tener encendido el celular. Pero muchos vienen a la iglesia, dicen que están buscando a Dios, y su celular suena. Una cosa es venir a la iglesia y otra muy distinta es buscar a Dios de todo corazón.
Dios no busca a personas que sepan hablar bonito, sino a personas que Lo busquen de todo corazón, con toda su alma, con todo su entendimiento y con toda su fuerza.
Que usted venga a la iglesia no significa que busque a Dios, usted puede estar aquí y su mente en otro lado.
Usted debe ser sincero y decirle a Dios: “Señor, ya no sé qué hacer, mi vida es un caos”, y no hay nadie mejor para hablar con Él que usted mismo, solo dos saben lo que a usted le pasa: Dios y usted.
¿Cuáles son los planes de Dios para nosotros? Que tengamos bienestar y esperanza y un futuro mejor.
Muchas personas solo buscan a Dios cuando están al final de la línea, cuando están en problemas, consideran que Dios es una medicina.
¿Cómo vivir en este mundo lleno de inseguridad, de crisis, de pandemia, de desamor, sin la ayuda, sin la presencia de Dios? Por eso cuando usted viene a la iglesia debe apagar su celular y concentrarse, porque ese es el momento de buscar la ayuda de Él para su vida y, cuando usted ora de todo corazón, Él le contesta.
Dígale cuál es su problema, porque Él sabe y conoce todo, pero está esperando que uno Lo busque de todo corazón sin importar la belleza de las palabras, ¡lo que importa es la sinceridad!
Tampoco importa lo que usted haya hecho, dígale: “Señor, yo ya no quiero vivir de apariencia, ya no quiero ser como soy…”, ¡cuando usted es sincero y se arrepiente y se entrega a Él Dios le da una nueva vida y no hay nadie que pueda condenarlo!
Lo que está faltando no es solo venir a la iglesia sino buscarlo de todo corazón: “Me buscaréis y Me encontraréis, cuando Me busquéis de todo corazón”.
Cierta vez, dos hombres subieron al templo a orar, uno de pie decía: “Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres… ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano”. El otro no quería ni alzar los ojos al cielo, sino que decía: “Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lucas 18:9-14).
El Señor Jesús preguntó cuál de los dos había sido justificado. ¡El segundo! Eso es lo que Dios busca, personas humildes que Lo busquen de todo corazón.
Quizás usted ha sido despreciado por la sociedad, por sus amigos o incluso por su familia, pero Dios no le desprecia.
Si usted Lo busca de todo su corazón, ¡Él lo escucha y le responde!
Piense en eso.
Dios le bendiga.