Hace cuatro años, quien pasaba por el barrio de Brás, en la zona este de la capital paulista, y se encontraba con el inmenso terreno vacío en una de las avenidas más movilizadas de la región, no podía imaginarse que ese lugar tan simple daría lugar a una construcción grandiosa e imponente como la del Templo de Salomón.
Una obra singular en todo el mundo, todas las expectativas en cuanto a este emprendimiento extraordinario son inevitables. Eso sucede porque, en primer lugar, lo que antes solo se imaginaba y se visualizaba por medio de maquetas e imágenes en 3D ahora puede ser visto de un modo real. Segundo, porque desde el lanzamiento de la piedra fundamental, a mediados de agosto del 2010 – en un evento que reunió a alrededor de 70 mil personas – los miembros de la Universal, curiosos y simpatizantes aguardan por el día que podrán visitar el templo. Fueron innumerables los visitantes y las caravanas a lo largo de la construcción, sin contar las diversas imposiciones vencidas para que esta obra fuera levantada.
Además de eso, la iniciativa ganó notoriedad internacional, encabezó periódicos destacados, como el norteamericano The New York Times y el inglés The Guardian, e incluso se exhibió un reportaje en el canal CNN y hubo una gran repercusión en la comunidad judía.
Avivamiento espiritual
Ana Paula Pereira, de 38 años, y su marido Júnior, de 37, se suman a los que esperan por el día en el que van a entrar al Templo de Salomón. “Estoy más ansiosa por ese día de lo que estuve en el día de mi casamiento”, revela Ana Paula. La pareja, que hoy es exitosa y dueña de muchas conquistas, como empresas y varios inmuebles, vio su vida transformada cuando llegó a la Universal. Ellos conocen la iglesia de Brás desde la época en la que era un antiguo cine (antes de convertirse en una catedral) y describen cómo es ver el Templo levantado: “Creemos que en este lugar se cumplirán las promesas de Dios en la vida de quien cree. Quien pise allí saldrá diferente. La presencia de Dios en este lugar es evidente, es muy fuerte”, destaca Ana Paula.
La Biblia narra que construir una casa para Dios era el deseo del rey David. Sin embargo, fue construida por Salomón, su hijo, en el año 960 a.C. aproximadamente, hecha básicamente de piedra y maderas nobles. Un privilegio para pocos, solamente los sacerdotes podían entrar en el Templo y solo el sumo sacerdote tenía acceso al Santo de los Santos, donde quedaba el Arca de la Alianza. Cuatro siglos después, el Templo fue construido por los babilonios. Levantado nuevamente en el año 70 d.C., fue otra vez extinto por los conquistadores romanos. Hoy, el Muro de los Lamentos es el único vestigio que resta del Templo en Jerusalén. Símbolo del judaísmo, es el lugar donde los judíos sueñan levantar nuevamente el tercer Templo. Ese deseo es prácticamente imposible, ya que el lugar está ocupado por la mezquita de la cúpula dorada.
La construcción del Templo en São Paulo tal vez no tenga el mismo significado para los judíos, pero le dará la oportunidad a los pueblos de todos los continentes de revivir la grandiosidad de la obra que existió en el pasado. Estrechará al cristianismo con la fe judía, ya que todos estarán direccionados a los tiempos en los cuales la fe abrahámica era significativa. Sin duda, será la chance de un avivamiento espiritual para todo el mundo, pues así está escrito: “Ahora estarán abiertos Mis ojos, y atentos Mis oídos, a la oración en este lugar: Porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella Mi nombre para siempre; y Mis ojos y Mi corazón estarán ahí para siempre.” 2 Crónicas 7:15-16
Hace 37 años, en Méier, el obispo Edir Macedo predicaba en una simple glorieta pública y también en una antigua funeraria, pues la Universal aún no tenía templos físicos para propagar la fe en el Dios Vivo. Hoy, el trabajo social de la Iglesia se realiza en 91 países, un crecimiento que se dio a pesar de muchas persecuciones. Mirar hacia atrás y darse cuenta de que esta obra se establece, incluso delante de tantas adversidades, es creer que no existen imposibles que impidan que lo extraordinario de parte de Dios se cumpla.
Pero atención: para conocer este lugar espectacular, será necesario antes asistir a una Universal y adquirir una credencial especial, que le dará el derecho a la visita.
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