Generalmente, el ser humano tiende a crear grandes expectativas en las demás personas y, como consecuencia, se decepciona cuando su confianza es traicionada.
“… El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el Nombre del Señor, y apóyese en su Dios.” Isaías 50:10
En ocasiones, debido a tantas decepciones, las personas pueden sentirse como si estuvieran caminando desorientadas en la oscuridad: sin saber qué hacer ni a dónde ir o en quien confiar. Esto sucede cuando el ser humano pone toda su confianza en algo o en alguien, en lugar de confiar en Dios.
“… por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” Hebreos 7:25.
Si usted sufre o sufrió alguna decepción, ponga su confianza en el Nombre de Jesús. Él no falla. Jesús está a la derecha del Trono del Padre esperando para interceder por aquellos que Lo buscan.