La función de todo padre es educar a sus hijos y enseñarles el camino del bien, criarlos como personas honradas y tratar de darles el mejor ejemplo. Pero cuando los hijos son grandes y ya eligen por sí mismos pueden darse situaciones que pongan al progenitor en una encrucijada.
Roberto Ascona es el padre de Lucas Ariel Ascona, un joven de 23 años acusado por el homicidio de la estudiante chilena Nicole Sessarego Borquez, ocurrido en julio de este año en el barrio porteño de Almagro.
Días atrás, Roberto estaba en su trabajo cuando vio en un noticiero las imágenes de las cámaras de seguridad que difundieron los investigadores del hecho. Cuando llegó a su casa le preguntó a su hija si las había visto y ella le respondió que no.
Pero a la mañana siguiente, la chica los despertó llorando y le dijo: “Papi, mirá el video porque para mí es Lucas”, indicó Roberto y continuó: “Yo le dije «No puede ser Lucas» y ella me dijo «Sí, es Lucas»”.
“Más tarde miré de nuevo el video y me di cuenta de que era él. No se le ve bien el rostro pero para mí es él por la forma de caminar y de vestirse”, afirmó el hombre, quien habló nuevamente con su hija. “Le dije «¿Qué vamos a hacer? Vamos a tener que entregar a tu hermano»”, dijo.
Roberto contó que en ese momento lo pasaron a buscar con su hija y lo llevaron a la comisaría 4ta. de San Francisco Solano donde les dijo a los oficiales que para él Lucas “había asesinado a la chica chilena”.
El padre del acusado también relató que los investigadores se “sorprendieron” cuando él entregó a a su hijo a la Policía.
“Me preguntaron si estaba seguro de que fue él porque vos lo mirás a mi hijo y hablás con él y es un chico sumiso, callado, aparentemente débil. Se pusieron a hablar con él y él por ahí no tiene noción de lo que pasó”, señaló.
Y en ese sentido agregó, entre lágrimas: “La verdad que no entiendo lo que pasó. Si me equivoqué en algo pido perdón a la madre de la chica [por la víctima] porque yo también tengo una hija que va a la Facultad. No podemos volver atrás nada. Lo lamento tanto”.
“En estos momentos estoy destruido porque es mi hijo y yo lo amo pero si él hizo eso, lo lamento, pero lo tiene que pagar”, concluyó.
Amor y responsabilidad
En una entrevista realizada en Radio Del Plata, el juez Luis Zelaya, quien instruye en la causa, consideró que la actitud del padre de Lucas “es un acto de profundo amor pero también de profunda responsabilidad. Eso habla de que es una familia con valores morales muy sólidos, porque es una decisión muy difícil”.
Por otro lado, habló el padre de la víctima, agradeciendo la actitud tomada por el padre del acusado: “Yo le daría un abrazo a él y a su hija; no estoy seguro si hubiera hecho lo mismo en su lugar”, afirmó en Radio 10.
Debate abierto
A partir del momento en que se conoció el hecho, la pantalla de la TV, las radios y las redes sociales ardieron con la misma pregunta: Si su hijo cometió un delito, ¿usted lo entregaría a la Policía? Las diferentes encuestas mostraron que casi el 85 por ciento de los encuestados dijo que sí.
En una entrevista realizada por el portal Minutouno, la psicóloga y directora de la ONG Salud Activa, María Beatriz Muller, consideró que la actitud del padre es o no lógica de acuerdo a qué parámetro de sociedad se tenga y se pretenda.
“Es lógico el debate, se trata de qué sociedad queremos. Si queremos una sociedad con pautas y valores lo que hizo el papá es lo que corresponde. En cambio, si en la sociedad hay violencia y la vida pierde valor es lógico que se encubra. Lamentablemente pareciera que lo normal es cuando las cosas están al revés, por eso cuando se hace lo esperable es noticia. Es como cuando salen esos casos de gente que encuentra y devuelve grandes sumas de dinero”, aseguró Muller.
En cuanto al caso en particular, opinó: “Hay una parte de la historia que no conocemos, pero el padre entrega a su hijo porque está preocupado por su bienestar y dar los pasos que corresponden. Es como cuando hay que llevar a un hijo al médico u operarlo. Es lo más común del mundo. Tiene que afrontar la realidad”.
“Este padre puede distinguir el bien del mal y no da vuelta la realidad. Distinto sería una familia de delincuentes que entiende que robar y matar está bien y lo van a tapar. Si el chico no tenía antecedentes es lógico lo que hizo el padre. Quiere saber qué le pasó a su hijo, por qué la mato. Encubrirlo sería dañarlo”, agregó.
Otros casos
A principios de año, en La Plata, un hombre de 45 años descubrió que su hijo, de 19, había robado un local de ropa deportiva. Sin dudarlo, tomó a su hijo, y junto a la mercadería robada, se dirigió a la comisaría local para entregarlo a las autoridades.
Ante la Policía, el hombre entregó el botín de su hijo y suplicó que no lo encerraran. “Les pedí una oportunidad. Es un chico bueno, la mala junta y el alcohol lo llevaron a cometer una macana, pero lo voy a ayudar”, dijo el padre, en una de las casas que cuida en una zona descampada del barrio El Peligro, cerca de la ruta 2 y a 22 kilómetros del centro de La Plata.
¿Qué dice Dios?
“Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.”, (Hebreos 12:7-8).
Dios, como Padre, se ocupa del bienestar de Sus hijos, que son quienes obedecen y ponen en práctica Su Palabra. Si hay disciplina también hay amor, porque el padre que ama es también el padre que corrige.
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