Cercano a Jerusalén hay un lugar conocido como “Nabi Samuel National Park” (“Parque Nacional Nabi Samuel”), donde está la tumba del profeta Samuel, de la Biblia.
Recientemente, los arqueólogos que estudian el lugar informaron que encontraron ruinas del período de los reyes de Israel, que data de la Edad del Hierro y la Época Persa (en la que Israel estaba bajo el control de los persas).
En la Biblia, este período puede ser comprendido en los libros de Esdras y Nehemías. Es cuando Israel regresa del exilio bajo el dominio persa.
Allí se encontraron asas de vasijas de cerámica y botellas de vino que contenían un sello de un león rugiendo (foto) -un símbolo común en Israel en esa época. Algunos tenían la inscripción “Yehudi”, que significa algo así como “judío”.
*Lea también: Samuel: el siervo fiel
Una profecía cumplida
Lo interesante de este descubrimiento, principalmente, es que vemos en él una profecía de la Biblia que fue cumplida por Dios.
Por medio del profeta Jeremías, Dios le hizo una afirmación diciendo que Su pueblo volvería al lugar que le pertenecía: “Así habló el Señor Dios de Israel, diciendo: Escríbete en un libro todas las palabras que te he hablado. Porque he aquí que vienen días, dice el Señor, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho el Señor, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán.” Jeremías 30.2,3
El período de Nehemías y Esdras (en el que Israel estaba bajo el cautiverio persa y regresó) se produce después de Jeremías (en el que consta la profecía).
Los objetos encontrados en Nabi Samuel indican que, de hecho, los israelitas, más tarde, regresaron a la tierra, como Dios lo había prometido.
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