“¡Odio mi cuerpo!” ¿Qué mujer nunca dijo esta frase o se le pasó alguna vez por la cabeza ese pensamiento? Pero el análisis que hacemos de nuestro cuerpo debe ir mucho más allá de lo que simplemente vemos en el espejo.
Lo que debemos cuestionar no es el hecho de tener celulitis, tener algunos kilos por encima de lo que se supone es lo “ideal” o por qué nuestra piel tiene arrugas. Más bien deberíamos cuestionar el motivo detrás de esta constante infelicidad de las mujeres en relación con su propio cuerpo.
Para mí, el motivo está bien claro: tratar de alcanzar un estándar imposible de alcanzar. Sí, imposible. La “mujer ideal” de nuestros días debe traer un paquete de artículos que la rebaja a un simple objeto que sale de una línea de producción.
Lo que se espera de nosotras es tener una barriga “cóncava o negativa”, un trasero en la nuca, senos exagerados, dientes absurdamente blancos y alineados milimétricamente, cabello reluciente (el brillo natural ya no es suficiente) y “todo duro”, en referencia a nuestros músculos.
¿Esas son las cosas que a usted le gustaría que hubieran venido naturalmente “de fábrica”? Ya… pero, ¿sabe por qué no vinieron? ¡Porque no tiene sentido!
Barriga “cóncava o negativa” es algo que sólo le ocurren a personas que están muy enfermas, conviviendo con serias enfermedades que la llevan a ese triste estado físico.
Tener la delgadez exigida en los días de hoy hará que los senos sean los primeros en disminuir ya que gran parte de su composición es grasa. Pero, ¿a quién le importa? La silicona está ahí para resolver ese inconveniente, ¿no es así?
Los dientes super blancos se alcanzan “fácilmente” con blanqueamientos periódicos (nada baratos), ya que el cigarrillo (sí, la mujer necesita fumar para no engordar) y los viciantes refrescos cumplirán su papel: oscurecerlos de nuevo.
¿Y cómo estar con “todo duro” si la falta de una dieta equilibrada te deja sin ánimo para hacer ejercicio físico? Ni siquiera voy a molestarme en comentar lo de tener un trasero en la nuca …
Estamos siendo inducidas a reproducir los cuerpos que vemos todos los días en anuncios sin prestar atención al hecho de que ni siquiera existen. ¿usted sabe que no hay fotografía sin Photoshop y que las celebridades pasan por diversas intervenciones quirúrgicas para poder mostrar lo que parecen ser atributos naturales?
Recientemente, la modelo australiana, Bridget Malcolm, de 26 años, ex Angel de la marca de lencería Victoria’s Secret, ha publicado en su blog que está tratando de liberarse de la obsesión por la dieta.
“Solo quería dejar de mirarme al espejo y decirme ‘estoy demasiado gorda’ y ‘no estoy haciendo lo suficiente’. Fácil de decir, increíblemente difícil de hacer “, se desahogó.
Y cuántas mujeres miraron la imagen de Bridget anhelando ser exactamente como ella, sin saber que ella misma no estaba contenta con su imagen “perfecta”.
Obviamente, todos nosotros deberíamos cuidarnos, pero el propósito debería ser una vida saludable y no seguir estándares imposibles, y eso, evidentemente, no nos hará más felices. Haga las paces con su cuerpo. Piense claramente qué es lo mejor para usted y viva su propia cultura, sin ser influenciada por esta dictadura. ¡Sea libre, siendo usted misma!
Patricia Lages