Hay una gran dificultad para que uno conozca a Dios. Conocer la iglesia es muy sencillo, pero entienda por qué ha sido tan difícil para tantas personas conocer a Dios. Uno prueba que conoce a Dios en las malas. Porque aunque la situación no sea favorable, si uno conoce a Dios, logra mantenerse en Su presencia. Muchas personas no han logrado conocerlo porque no logran comprender que el Dios de Abraham, Isaac e Israel no es comparable a nada que pueda existir en el mundo.
Cuando uno comprende que Dios es Incomparable que es Único, que es Todopoderoso, que es Omnisciente, Omnipotente, Omnipresente. Uno lo busca de todo corazón. La Biblia dice en Jeremías 29:13: “Y me buscareís y me hallareis porque me buscareis de todo vuestro corazón”. ¿Qué es buscarlo de todo corazón? Es poner toda su fuerza para conocerlo. Pero mientras la persona no logra comprender que Él es incomparable, nunca tendrá sed para esto.
Cuando hablamos de sacrificar la vida, entregarse en el Altar, renunciar a todo lo que se tiene, la persona intenta buscar alguna cosa en la vida que pueda intercambiar. Pero lo que Dios quiere cuando hablamos de entregarse a Él en cuerpo, alma y espíritu, es obediencia a Su Palabra. ¿Recuerda a Abraham?, ¿qué llamó más la atención de Dios, su hijo en el Altar o su obediencia?
Si logra comprender que Dios es incomparable, tendrá sed para buscarlo y hará de todo para obedecer Su Palabra. Es lo que el Señor Jesús dijo: que el oro no es el que santifica el Templo, sino que el Templo es el que santifica el oro. No es la ofrenda la que santifica el Altar, es el Altar el que santifica la ofrenda. Cuando la persona considera la Palabra de Dios está mirando para el Altar y es así que ella va a conocerlo.
Quien reconoce que Él es Sublime, Glorioso, Maravilloso entrega su vida en el Altar en obediencia y si hay que quedarse sin oro, sin pan, sin nada, lo va a hacer porque es la voluntad de Dios, porque esto demuestra para dónde ha mirado. Él entró en la casa de Marta y María y en la vida de María y Él quiere vivir adentro suyo, para que Lo pueda hacer tiene que entregares a Él. Para eso debe dejar la mentira, los vicios, la prostitución, debe dejar la vida contraria a la Voluntad de Dios que ha tenido.
Se preguntará si vale la pena. Sí, porque Él es el Dios de Abraham de Isaac y de Israel, es el Todopoderoso, Magnífico, Sublime y Glorioso. Si toma la decisión de entregarse a Dios, Él va a volverse a usted y su vida va a cambiar, solo depende de usted.
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