Antiguamente, Dios hablaba por medio de sueños, visiones o profecías, porque Su Palabra no estaba escrita. Hoy, Él habla por medio de Su Palabra, orientada por el Espíritu Santo.
Los sueños de hoy no tienen nada que ver con revelaciones de Dios. Además, si Dios hablara por medio de sueños, visiones o profecías, ¿para qué estaría Su Palabra?
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