Tan vulnerable a sufrir problemas emocionales como las mujeres, muchas veces se olvida de que su salud puede verse gravemente afectada por males psicológicos. Pero puede suceder.
La visión que la sociedad moldeó del hombre es falsa. Aquel sujeto fuerte, inquebrantable, que nunca está triste y no derrama una lágrima se ha considerado el ideal durante siglos, pero está lejos de ser verdad. El hombre también es frágil. Y cuando evita demostrar eso, sufre el doble.
Recientemente, un estudio publicado en la revista Men’s Health (la salud de los hombres) demostró que los hombres divorciados presentan mayores índices de mortalidad, abuso de drogas, depresión y falta de apoyo social. Para Ridwan Shabsigh, presidente de la Sociedad Internacional de la Salud del Hombre (ISMH, sigla en inglés), esa es una señal de alerta. Es urgente deshacerse de ese estereotipo y prestar más atención a la salud masculina.
La causa de los problemas
Gran parte de los problemas psicológicos está vinculada al estrés. Cuando la persona pasa por traumas significativos y no logra lidiar bien con ellos, desarrolla trastornos en la mente, que enseguida se esparcen por el organismo. En ese contexto, el divorcio puede ser un gran villano.
En la ciudad de Buenos Aires hay cerca de un divorcio cada dos matrimonios, y la mayoría de las parejas que se divorcia tiene nueve o más años de convivencia.
Ese número es alarmante no solamente por la cantidad de matrimonios que se deshacen, sino por el perjuicio que puede causar esa situación en la salud de la población.
Eso dice la Universidad de Chicago. La investigación realizada con 8.652 personas de edades entre 51 y 61, indicó que los divorciados tienen un 20% más de posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas, como el cáncer, que las personas que nunca se casaron.
Preocupante.
La causa de la causa y la solución
¿Pero por qué los matrimonios se divorcian tanto? Los problemas de convivencia son comunes a todas las parejas y la adaptación es algo que debe realizar cualquier persona que cambie su rutina. Aun así, algunas parejas, simplemente no logran sobrevivir como deberían.
En una reunión realizada por el obispo Renato Cardoso en San Pablo, Brasil, dio su parecer sobre esa situación: “El gran problema de las personas hoy en día, es que están casándose solo con el cuerpo. A veces, ni siquiera con el cuerpo. Las personas se casan, pero no se entregan, y no hay manera de que un matrimonio funcione así”, explicó.
No existe un tipo de magia que haga que un matrimonio funcione. Además del amor, también es necesario dedicación, responsabilidad y respeto.
En el curso “Matrimonio Blindado”, ministrado por Renato y Cristiane Cardoso, la pareja deja claro que para soportar los problemas comunes del matrimonio, es necesario analizar fríamente todas las actitudes de ambas partes, y ver dónde es posible mejorar.
“No existe una varita mágica. Los sueños no se realizan a través de la magia”, afirma la pareja. “Los sueños se realizan con mucho trabajo y dedicación.”
Cuando un matrimonio se consuma no existen más solo dos, sino uno, que solo puede vivir en una unidad real. A partir de ahí, cualquier división solo puede dar como resultado dos partes incompletas.
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