Obispo, tengo 24 años y estuve apartada de Dios durante 4 años. Volví pero estoy pasando por un problema de salud y espiritual que no consigo resolver, no sé cómo actuar.
Siento fuertes dolores en la espalda, en el pecho, debajo de las costillas. Fui al médico y me dice que sufro ansiedad, y pidió que me hiciera algunos exámenes.
Obispo, me gustaría saber cómo alcanzar la bendición de la cura y el bautismo con el Espíritu Santo, ya que estos dolores me están matando de a poco; estoy triste porque aun no tengo certeza de mi salvación y tengo miedo de morir.
Yo quiero estar bien con Dios y volver al primer amor, pero no estoy pudiendo. Me bauticé en las aguas, porque no quiero jugar más con Dios, ayúdeme a alcanzar la bendición de la salvación.
Respuesta:
Mi hija, por lo que usted cuenta puedo darme cuenta que es una persona sincera. La verdad es que aún no nació de nuevo. Su ansiedad de llevó a buscar la solución de los problemas, en lugar de buscar al Solucionador (que es el Señor Jesús).
Usted precisa hacer un tratamiento espiritual, participando de las cadenas de liberación los días viernes. En los cultos de alabanza, los días miércoles, y los domingos para escuchar la Palabra de Dios y fortalecerse espiritualmente. Es un proceso. No existe la magia, ni algo que alguien haga y cambie su vida de un momento a otro. Vaya a la lucha porque la Biblia afirma: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan” (Mateo 11:12).