Patricia Álvarez y su esposo vivieron muchas situaciones que derivaron en una fuerte crisis matrimonial, luego de intentar terminar con todo porque estaba cansada de esa vida, descubrió el poder de la fe y hoy en día ellos disfrutan de una relación de confianza, amor y respeto porque aprendieron a construir una familia de la mano de Dios.
Ella vivió situaciones conflictivas, su esposo era violento y durante 14 años le fue infiel. Esto hizo que ella se deprima, sufra dolores de cabeza constantes y comenzara a fumar. A medida que el tiempo pasaba la crisis matrimonial se profundizaba debido a que su esposo llegaba alcoholizado a la casa. Durante años soportó las infidelidades con tal de aparentar tener un matrimonio feliz, pero tanta angustia y tristeza la volvían una mujer triste y depresiva. Ella comenzó con problemas en los riñones, diabetes, presión alta y problemas cardiovasculares.
Se sentía impotente, entonces intentó quitarse la vida tirándose en las vías del tren, hasta intentó matar a sus hijos dándole pastillas, porque había buscado ayuda en psicólogos pero no lograba salir adelante. En medio de la desesperación, por las deudas, perdieron su casa, sin embargo, luego de escuchar la programación de la Universal, ella se acercó a la iglesia.
Al participar de las reuniones fue sintiéndose mejor anímicamente, fue libre de la angustia y de la depresión. Perseveró en las reuniones y su salud fue restaurada. Al ver los resultados de su fe, luchó por la reconstrucción de su matrimonio en la Hoguera Santa y Dios le respondió transformando a su esposo y a ella también para que pudieran disfrutar de un matrimonio bendecido.
Fue necesaria una actitud de fe para cambiar su situación por completo. Hoy ella disfruta de una vida diferente y goza de un excelente estado de salud porque aprendió a confiar en el poder del Dios Vivo.
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