“Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22:6)
Esa es la misión de la “Escuelita” de la Universal, como es llamada cariñosamente la Escuela Bíblica Infanto-Juvenil (EBI). Más que un lugar para cuidar a los niños que van a la iglesia acompañando a sus padres, la EBI ejerce un papel de fundamental y de gran importancia en el desarrollo de la Obra de Dios.
Allí es donde se les enseña a los niños, por medio de un lenguaje apropiado, sobre la fe y la importancia de la obediencia a los padres y, sobretodo, a Dios. Y se equivoca, el que piensa que es una tarea fácil o que el papel de la EBI se limita a las aulas destinadas a los pequeñitos de la Universal.
Ejemplo de eso es el trabajo realizado por los voluntarios de la Ebi en Portugal, que desarrolla un proyecto social llamado “Ebi en Acción”, que tiene como objetivo atender a las necesidades de padres y niños que necesitan ayuda. La intención es alcanzar el máximo de niños carentes, por medio de los orfanatos, las casa de abrigo e instituciones, llevando un poco de amor, cariño, alegría y atención, además de proporcionar un ambiente agradable.
Recientemente, el proyecto llegó a la Casa de Abrigo Ayuda de Cuna, donde estuvieron presentes los voluntarios de la EBI llevando, además de afecto, donaciones de bienes esenciales como pañales, alimentos, materiales higiénicos, entre otros.
“Es maravilloso hacer parte de ese proyecto, nuestra recompensa es recibir la sonrisa y la alegría de los niños,” dice Christiane de Souza, coordinadora de la EBI de Portugal.
La EBI cree que las donaciones pueden darle asistencia a las necesidades básicas del día a día de los niños y también satisfacer algunas de sus carencias, mejorando así la calidad de vida y promoviendo un crecimiento feliz y saludable a todos los pequeñitos.
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