El objetivo del trabajo es formar futuros hombres y mujeres de Dios
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” Proverbios 22:6
Basada en las sagradas escrituras, la Iglesia Universal del Reino de Dios viene desarrollando a lo largo de los años de su existencia un papel fundamental para la formación de nuevos hombres y mujeres de Dios por medio de la Educación Bíblica Infantojuvenil (EBI).
Más de 30 mil voluntarios en Brasil tienen como objetivo llevar educación cristiana a niños y preadolescentes de una forma eficaz y atractiva. Y esto no se limita apenas a Brasil, sino que se extiende a todos los países en donde la IURD está presente.
Canadá
Amarita da Silva, esposa del obispo Francisco da Silva –responsable por el trabajo de la IURD en Canadá–, es una de las asistentes del grupo que, al lado de la coordinadora de la EBI en el país, Marlene Almeida, se dedica a llevar las enseñanzas cristianas a los pequeños.
Para ella, realizar este trabajo con los niños es muy gratificante, pues mientras los padres reciben la enseñanza de la Palabra de Dios, los hijos también son instruidos al respecto de la fe en el Señor Jesús. “Aquí tenemos cuatro salas para acomodar a los pequeños, y son divididas por franja etaria, tenemos una guardería, una sala para el grupo de GF Teen, y más de dos salas para los demás niños”, detalla sobre la estructura.
La coordinadora explica que el principal objetivo de la EBI es formar hombres y mujeres de Dios “pues ellos son el fututo de la iglesia, futuros pastores y esposas” y ”sobre todo, hacer que ellos acepten de hecho y de verdad al Señor Jesús como el primero en sus vidas”, destaca Amarita.
Frutos de la fe
La canadiense Rhiana, de 11 años (foto), es un ejemplo para los niños de su edad y también para su propia madre. “Antes de llegar a la IURD ella era una niña que preguntaba sobre Dios y yo no sabía responderle. Ahora ella misma busca las respuestas en Dios. A la noche ella ora, hace pedidos en los papeles e incluso pide por los amiguitos de la escuela”, cuenta orgullosa Judith Ander, de 46 años, madre de Rhiana.
Judith hace cuestión de resaltar que cuando se siente desanimada para ir a la iglesia, la fuerza viene de la hija, que con palabras de fe no permite que la madre se entregue a los problemas. “A ella le gusta leer la Biblia y también me incentiva a venir a la iglesia. A veces estoy cansada, quiero quedarme en casa y ella me dice: ‘no, tú vas a la iglesia’. Ella me anima, porque le gusta estar activa en la iglesia. Yo me siento muy feliz de tenerla siempre a mi lado”, concluyó.
La preparación
Una vez por mes, las educadoras se reúnen para organizar y discutir cómo pueden mejorar el trabajo, pues muchos niños han aprendido a usar la fe y han llevado a sus familiares a la presencia de Dios.
Todos los domingos, cerca de 60 niños asisten a las instalaciones de la EBI del Cenáculo principal del país, en el barrio de Dufferin, en la ciudad de Toronto, son recibidas con cariño y son incentivadas a permanecer en la presencia de Dios.
Además de eso, una vez por mes se hace la consagración de niños, cuando el obispo Francisco presenta a los pequeñitos a Dios (foto), semejante a lo que fue hecho con el Señor Jesús cuando nació, con el objetivo de que sean protegidos de todas las trampas malignas.
“Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor)” Lucas 2:22-23